El ministro del Legado Religioso egipcio, Mohamed Mujtar Gomaa, aseguró el viernes que los ataques de los grupos extremistas son parte de un plan de las potencias imperialistas para dividir su país.
El ministro del Legado Religioso egipcio, Mohamed Mujtar Gomaa, aseguró el viernes que los ataques de los grupos extremistas son parte de un plan de las potencias imperialistas para dividir su país y extender el caos.
El Estado Islámico (EI) y otros grupos extremistas actúan como “apoderados de esas fuerzas y forman parte de esa guerra a favor de la entidad sionista y los imperialistas para dividir a la región en pequeños territorios en interés del enemigo sionista que quiere dominarla”, dijo.
El titular acusó a los proscritos Hermanos Musulmanes de tratar de dividir a Egipto y destruir a su ejército y aseguró que "todos estamos unidos en la lucha contra esos grupos y en apoyo al Ejército egipcio, parte integral de la nación".
Las formulaciones del Ministro se suman a acusaciones similares de altos prelados egipcios, entre ellos el Sheij Ahmed El Tayyeb, Gran Imán de Al Azhar, la institución académica y religiosa más respetada del Islam sunní.
Los ataques contra sedes de los ministerios de Defensa e Interior egipcios escalaron de manera sustancial tras el derrocamiento por el Ejército en julio de 2013 del ex presidente Mohamed Morsi, miembro de la cúpula de los HHMM, que esta pendiente de juicios por delitos políticos y económicos.
De otro lado, una fuente del Ministerio de Defensa dio cuenta hoy de la muerte de 25 hombres a los que calificó de extremistas durante un ataque aéreo a una “reunión en el sur de la ciudad de Sheikh Zuweid, peninsula de Sinaí, en la cual se planeaba un ataque contra las fuerzas de seguridad”.
En la acción fueron heridos otros 20 hombres, todos miembros de la Wilaya Sinai, un grupo armado que el año pasado juró lealtad a EI tras sendos ataques contra una base militar y un puesto policial en la desértica península del noreste del país que causó 32 bajas motales.
Desde entonces, el grupo ha extendido sus acciones insurgentes en la forma de atentados con explosivos y armados contra unidades policiales e instalaciones civiles en esta capital y otras provincias del país.
Por su parte, el Gobierno egipcio estableció en octubre pasado una zona tapón de 1.800 metros de ancho y 14 kilómetros de largo en el Sinaí norte de la cual evacuó a miles de residentes y donde rige un toque de queda de 11 horas.