El museo ha visto como se producían condenas airadas en algunos países tras montar esta exposición que busca una aproximación al Holocausto desde el ángulo del humor.

Parece que la famosa libertad de expresión considerada como “sagrada e ilimitada” por algunos, como el gobierno francés, sí tiene límites después de todo y muy claros en lo que respecta a la sensibilidad de la comunidad judía, o eso al menos es lo que piensan los estonios tras la polémica suscitada por una singular exposición sobre el Holocausto montada por el museo de Tartu, Estonia.

El museo ha visto como se producían condenas airadas en algunos países tras montar esta exposición que busca una aproximación al Holocausto desde el ángulo del humor. Entra las exhibiciones puede verse a niños jugando en una supuesta cámara de gas o un cartel donde se reemplaza al gigante letrero de “Hollywood”, situado sobre una colina de Los Angeles, por otro que dice “Holocausto”.

La exposición es la primera de su tipo en Estonia, según el periódico local Express. Ella será mostrada desde el 7 de febrero al 29 de Marzo.

“Humor e ironía” son los principios en que se basa la exposición, según la coordinadora de la misma, Julia Poluyanenkova”. La intención de la exposición no es generar un debate histórico, sino intentar comprender como las generaciones “hacen frente a ese trauma”, manifestó a RIA Novosti.

“Esta exposición está completamente fuera de lugar y es inapropiada”, dijo Roman Smushkin, un representante de la comunidad judía en Tartu. “Esto es un escándalo que insulta la memoria de las víctimas del Holocausto”, dijo Efraim Zuroff, director del Centro Simon Wiesenthal, a la agencia Tass.

Según Zuroff, el Holocausto no es un tema donde el humor sea apropiado, especialmente en países como Estonia, donde una parte de la población apoyó al régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial y envió tropas a combatir a su lado.

El vídeo de los niños jugando ha sido prohibido en Alemania.

Curiosamente, algunos de los que defendieron la publicación de las caricaturas blasfemas en contra del Profeta Muhammad o Jesucristo u otras figuras divinas invocando la libertad de expresión, afirman ahora que esta libertad no es absoluta... siempre y cuando se refiera a los judíos o el Holocausto.