Sisi admite que su golpe contra Mursi fue financiado por Arabia Saudí y los Emiratos Árabes a costa de millones de dólares.

Un escándalo político surgió el pasado sábado cuando el canal Al Mekameleen, con sede en Turquía y simpatizante de los Hermanos Musulmanes, difundió unas grabaciones en las que el actual presidente egipcio, Abdul Fattah al Sisi, y otros altos oficiales del Ejército egipcio hablan sobre diversos temas, incluyendo las relaciones con las monarquías del Golfo.

Estas grabaciones fueron realizadas después del derrocamiento del ex presidente Mohammed Mursi pero antes de que Sisi fuera nombrado presidente de Egipto el 30 de Mayo de 2014. En ellas, Sisi habla con el general Abbas Kamil y con su cuñado y actual jefe del Estado Mayor, general Mahmud Hiyaz.

En las grabaciones, ellos muestran su desprecio hacia los países árabes del Golfo, de los cuales Egipto recibe financiación económica.

Kamil llama a Kuwait “medio estado” y le dedica varios insultos. Refiriéndose al apoyo egipcio a Kuwait durante la Guerra del Golfo de 1990, Kamil dijo que el gobierno debería haber pedido dinero a ese país a cambio de su apoyo.

Sisi admite, sin embargo, que su golpe contra Mursi fue financiado por Arabia Saudí y los Emiratos Árabes a costa de millones de dólares. Sisi pide a Kamil que pida 10.000 millones de dólares a cada uno de estos dos países y a Kuwait. Él sugirió que el dinero fuera depositado en las cuentas bancarias del Ejército. Él también afirma que algunas donaciones adicionales para el Banco Central de Egipto eran necesarias.

El gobierno egipcio ha mostrado su indignación por las filtraciones. El primer ministro, Ibrahim Mahlab, dedicó unos insultos a los medios de comunicación de los Hermanos Musulmanes a los que acusó de tratar de desestabilizar el país.