Saad Hariri no ha cumplido su promesa de realizar los trámites necesarios para implementar un contrato de armamento firmado entre el Ejército libanés y el gobierno ruso.
El antiguo primer ministro libanés, Saad Hariri, líder de la Corriente del Futuro y la Coalición del 14 de Marzo, no ha cumplido su promesa de realizar los trámites necesarios para implementar un contrato de armamento firmado entre el Ejército libanés y el gobierno ruso. EEUU y Arabia Saudí apoyan esta decisión de Hariri en un momento en el que el Ejército libanés se encuentra en medio de una confrontación con grupos terroristas takfiris en su frontera este con Siria.
El Ejército libanés no recibirá, pues, armas rusas aunque las necesita desesperadamente para su batalla contra los grupos terroristas. Ésta es una lógica deducción de la falta de aplicación de este acuerdo por el que el Líbano iba a recibir dichas armas por un valor de 500 millones de dólares.
Durante su visita a Moscú el pasado mes de enero, una enorme delegación del Ejército libanés, encabezada por el jefe del Estado Mayor, general de brigada Walid Salman, dio los últimos toques a un pedido de armas rusas. Ellos determinaron cuidadosamente los tipos de armas que necesitaban y firmaron los contratos. Estas armas están listas para ser transferidas al Líbano tan pronto como Hariri dé su visto bueno.
Las armas incluyen 250 misiles Kornet con 24 lanzadores, seis lanzacohetes múltiples con un alcance de 40 kms y 30 cohetes. Varias fuentes señalan que los rusos pidieron a los libaneses que pagaran el 30% del coste antes de la entrega. Hariri ofreció pagar el 50% a cambio de una reducción de precio y realizar los trámites en 48 horas para transferir esta cantidad, lo cual fue aceptado por los rusos. El liderazgo del Ejército libanés firmó también el contrato, que incluía un plazo de un mes y medio para su implementación. Sin embargo, los trámites no fueron realizados y las armas no fueron entregadas.
Fuentes militares dicen desconocer las causas de este retraso incomprensible y afirman que el liderazgo del Ejército ha hecho su parte y está ahora esperando.
El Ejército libanés quería inicialmente 500 misiles Kornet y un número superior de lanzacohetes. Los rusos ofrecieron, por su parte, vender 60 tanques T-72 al Líbano y regalarle otros 60. También venderle varios helicópteros y regalar un número equivalente. Hariri, sin embargo, rechazó estas generosas ofertas y pidió reducir el número de misiles Kornet de 500 a 250.
Los libaneses se preguntan la razón detrás de la postura de Hariri. ¿Acaso los saudíes, los patrocinadores de Hariri -el propio Hariri tiene pasaporte saudí-, no quieren que el Ejército libanés tenga este tipo de armas en su confrontación con los grupos terroristas en la frontera oriental del país para hacer que Hezbolá se implique y tenga bajas? ¿O es la presión de Washington la que trata de impedir que el Ejército libanés tenga una diversidad de fuentes de armamento con el fin de mantenerlo dependiente de EEUU?
El Líbano tiene ya una experiencia anterior en el que EEUU bloqueó un cargamento de armas rusas en 2010. Los documentos de Wikileaks revelaron que la embajadora de EEUU en Beirut en aquel tiempo, Michele Sison, trabajó con el entonces secretario de EEUU adjunto (y actual embajador de EEUU en Beirut), David Hill, para impedir el envío.
Ella informó el entonces ministro de Defensa libanés, Elias Murr, de las objeciones de EEUU con respecto al acuerdo con Rusia, que incluía 10 aviones MIG-29. Murr, perteneciente como Hariri a la coalición del 14 de Marzo, prometió hacer lo necesario para “diluir el acuerdo” y garantizar que el “Líbano no aceptaría este envío antes de 2040”.
Al Akhbar