El Tribunal Supremo israelí ha rechazado la apelación de la familia de Rachel Corrie,que buscaba hacer al Ejército israelí responsable de su muerte.
El Tribunal Supremo israelí ha rechazado la apelación de la familia de Rachel Corrie -la activista norteamericana que fue aplastada por un bulldozer militar israelí en Gaza hace 12 años- que buscaba hacer al Ejército israelí responsable de su muerte.
Esta decisión parece poner fin -en los tribunales israelíes al menos- a años de esfuerzos de la familia de Corrie para hacer a los militares israelíes responsables de aquella muerte.
La decisión del tribunal israelí confirma la decisión de un tribunal menor que había invocado “la excepción de las actividades de combate” para “justificar” que el Ejército israelí no pueda ser considerado responsable por daños en una zona de guerra.
“Nuestra familia está decepcionada, pero no sorprendida”, dijo la familia Corrie en una declaración publicada el jueves. “Resulta claro que esta decisión... equivale a una sanción judicial de la inmunidad de las fuerzas militares israelíes cuando cometen injusticias y violaciones de los derechos humanos”.
“El día después del asesinato de Rachel, el primer ministro Ariel Sharon prometió al presidente George W. Bush una investigación exhaustiva, creíble y transparente. Claramente, esto no ha ocurrido”, señala la declaración.
En 2003, Corrie, de 23 años, oriunda de Olympia, en el estado de Washington, era una voluntaria del Movimiento de Solidaridad Internacional que protestaba contra la destrucción de viviendas por parte del Ejército israelí en Rafah, al sur de la Franja de Gaza, donde ella fue atropellada por un bulldozer militar israelí cuando trataba de impedir la demolición de una vivienda palestina.
Su muerte la convirtió en una causa célebre a nivel internacional.