No hay manera de que Teherán pueda permanecer con los brazos cruzados frente a la presión occidental que ha adoptado la forma de nuevas sanciones unilaterales de EEUU, Reino Unido y Canadá.
No hay manera de que Teherán pueda permanecer con los brazos cruzados frente a la presión occidental que ha adoptado la forma de nuevas sanciones unilaterales de EEUU, Reino Unido y Canadá.
Por primera vez desde que las sanciones recayeran sobre el país, Irán ha decidido responder.
Lo hizo ya con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que ha publicado un informe parcial sobre su programa nuclear, sobre la base de sospechas de “una posible dimensión militar”.
El martes, Irán se abstuvo de participar en la reunión celebrada en Viena sobre “el desarme nuclear en el Oriente Medio”. Antes de esto, Teherán desafió al OIEA a que publique todas las pruebas que posea. Más tarde, Irán se negó a recibir a los observadores del organismo de la ONU que habían venido a inspeccionar las instalaciones nucleares.
Según Teherán, la información del OIEA se basa únicamente en informes de las agencias de inteligencia, incluyendo el Mossad, y no tiene ningún fundamento sólido. Como de costumbre, fue la entidad sionista la primera que reveló el contenido del informe en cuestión, amenazando también con atacar los sitios nucleares iraníes. Algo de lo que luego se apresuró a retractarse, una vez iniciado el proceso de sanciones.
Y la respuesta no ha terminado
Irán también ha respondido a los europeos. El primer país afectado ha sido Reino Unido, que el lunes ordenó el cese de cualquier relación financiera con Irán, especialmente con el Banco Central de este últimos país.
El miércoles, el Parlamento iraní decidió en un procedimiento de emergencia aprobar una ley para reducir las relaciones diplomáticas con Londres. La ley fue aprobada por una amplia mayoría de 162 votos a favor y 5 en contra.
El texto, preparado por la Comisión de Asuntos Exteriores, señala que el Ministerio de Relaciones Exteriores iraní pedirá reducir “en un período de dos semanas las relaciones con el Reino Unido al nivel de encargado de negocios y limitar al mínimo las relaciones económicas con ese país”, según Fars.
Teherán ha minimizado también el alcance de estas sanciones adoptadas conjuntamente por Reino Unido, Estados Unidos y Canadá. Desde hace 30 años, Irán no mantiene relaciones diplomáticas con EEUU mientras que sus relaciones con Canadá son muy escasas.
Y “las relaciones financieras con el Reino Unido, especialmente con el Banco Central (ya) estaban cortadas”, aseguró el presidente del Banco Central de Irán, Mahmoud Bahmani.
Sobre la cuestión de las aprobación de las sanciones, a pesar de su ineficacia, las autoridades iraníes sostienen que no son más que propaganda y no tendrán ningún efecto sobre la economía de Irán y su determinación de proseguir su programa nuclear.
Algunos expertos iraníes han señalado que los activos de Irán en los mercados occidentales hace mucho tiempo que fueron transferidos a los países asiáticos.
En cuanto a la decisión propuesta por la Unión Europea para congelar los activos de 200 individuos y empresas iraníes, las autoridades iraníes se la han tomado a broma. ¿Desde cuándo personalidades cercanas al régimen iraní tiene activos en Occidente?
Sin embargo, esas sanciones no serán eficaces y más aún que ni los rusos ni los chinos tienen intención de apoyarlas. Para Moscú, las nuevas sanciones con “inaceptables”. Para Pekín, ellas sólo sirven para “complicar y agravar la situación en torno al programa nuclear iraní.”
A la luz de la respuesta de Irán, parece que este país está dispuesto a utilizar la ley del talión: ojo por ojo, diente por diente. Toda agresión recibirá una respuesta. Desde la Revolución, la República Islámica no ha aceptado a someterse a los poderes de la arrogancia. Con los años, a fuerza de sufrir presiones y sanciones, Irán ha se ha convertido en un país más capaz y orgulloso que nunca.