EEUU cree que Netanyahu ha filtrado a la prensa informaciones relativas a las negociaciones sobre el programa nuclear de Irán con el fin de sabotearlas.
El primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, se ha sorprendido por los informes que hablan de que la Administración estadounidense está limitando la cantidad de información sobre las negociaciones con Irán que comparte con él, insistiendo en que esto prueba que el acuerdo con Irán será “malo”. Él ha dejado, sin embargo, claro que se opone a las negociaciones con Irán como cuestión de principio.
En este sentido y en una nueva muestra de que el enfrentamiento entre el gobierno de Netanyahu y la Administración Obama está creciendo en intensidad, responsables norteamericanos han manifestado que creen que el primer ministro israelí ha autorizado a su gobierno a filtrar detalles de las negociaciones con el fin de sabotearlas. El propio primer ministro había señalado en este sentido que su gobierno haría “cualquier cosa” para socavar las negociaciones.
Mientras las negociaciones estuvieron lejos de llegar a un acuerdo, Netanyahu se contentó con permitir que éstas continuaran, señalando que la falta de acuerdo demostraba que Irán no negociaba seriamente. Ahora, sin embargo, que ambas partes están próximas a lograrlo, él exige furiosamente que las conversaciones se detengan y acusa a EEUU de buscar un acuerdo que Israel rechaza.
El tema de las centrifugadoras
Según el periódico estadounidense Washington Post, las filtraciones de Netanyahu incluirían una oferta estadounidense, que salió publicada en el periódico The Times of Israel, según la cual Irán podría disponer de unas 6.500 centrifugadoras o más como parte de un acuerdo final. Sin embargo, la oferta global estadounidense incluye la reducción del stock de uranio enriquecido y el tipo de centrifugadoras que podrían operar, cosa que el diario israelí no mencionó.
Estas filtraciones israelíes han causado irritación en la Administración estadounidense, que ha cortado todas las comunicaciones con Israel con respecto a las negociaciones nucleares, según informó el domingo el Canal 2 de la televisión israelí, hecho éste que fue negado, no obstante, por el portavoz de la Casa Blanca, Alistair Baskey.
La disputa entre ambas partes alcanzará su cénit el día 3 de Marzo, cuando Netanyahu se dirija al Congreso de EEUU para pedirle aquello contra lo que la Administración Obama le ha advertido expresamente: la aprobación de nuevas sanciones contra Irán, que estarían encaminadas a sabotear las negociaciones.
Irán no es, sin embargo, el único tema de conflicto entre Washington y Tel Aviv. La Administración ve con preocupación la política de Netanyahu de expandir sus asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este y de cortar la ayuda financiera a la Autoridad Palestina, que podría quedar sin fondos el próximo mes. Si esto se produce, todo el servicio civil y las fuerzas de seguridad de la AP se colapsarían creando una nueva crisis en la región, indica el Post.