Desde la caída de Mubarak, la entidad sionista vigila la situación en Egipto con ansiedad. Tras la reanudación de las protestas el viernes pasado, Israel ha mostrado su alarma.
Desde la caída de Mubarak, la entidad sionista vigila la situación en Egipto con ansiedad. Tras la reanudación de las protestas el viernes pasado, Israel ha mostrado su alarma.
A la luz de las declaraciones de los líderes y los observadores políticos y de seguridad israelíes, parece claro que son dos cosas en particular las que causan la ansiedad: la cancelación del Acuerdo de Camp David, escenario más que posible si los islamistas, es decir, los Hermanos Musulmanes, llegan al poder; y también la posibilidad de una guerra civil que pueda sembrar el caos. Esto daría a los grupos armados la libertad para llevar a cabo ataques dolorosos en contra de Israel.
Sin embargo, los altos funcionarios egipcios continúan enviando mensajes de calma a los dirigentes israelíes. Según el diario Haaretz, el jefe de la Inteligencia General, Murad Muafi, dijo que en los últimos días a sus interlocutores israelíes que que el acuerdo de paz no sería cuestionado.
Pero nada parece tranquilizar a los israelíes. El martes, el Consejo de Ministros restringido para los temas de seguridad se reunió durante más de ocho horas. Poco antes, se pidió al Jefe de Estado Mayor, Benny Gantz, y el jefe de Inteligencia Militar, Kojafi Aviv, que presentaran un plan militar aplicable para el caso de cancelación del acuerdo. Revelada por el diario Maariv, esta información fue desmentida por el gobierno israelí.
El hombre de confianza de Israel en El Cairo parece ser el líder del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), mariscal Hussein Tantawi, que fuera ministro de Defensa de Mubarak durante veinte años. La entidad sionista confía en él para evitar un “caos general” y preservar el tratado de paz, incluso aunque los Hermanos Musulmanes lleguen al poder tras las próximas elecciones.
Sin embargo, durante las recientes manifestaciones que estallaron en la plaza Tahrir, Tantawi se convirtió en el blanco de la ira de las decenas de miles de manifestantes que exigían que se abstenga de interferirse en la política y que devuelva el Ejército a los cuarteles.
El martes, el militar prometió elecciones presidenciales antes de finales de junio de 2012, y un posible referéndum sobre la transferencia de poder. El jueves, confirmó la celebración de las elecciones legislativas en su plazo: el día 28 de este mes, es decir, el lunes.
Fue el Ministro de Defensa Pasiva israelí, Matan Vilnai, el que expresó la esperanza de que el mariscal Tantawi logre controlar la situación. Él es el primer miembro del gobierno israelí que habló en público sobre la violencia en Egipto.
“La situación es problemática, sensible y nada clara. Tantawi trata de evitar el caos y transmitir el poder de la forma más ordenada. Esperamos que tenga éxito y los egipcios deberían también hacerlo. De lo contrario, será el caos general y esto sería muy malo para Egipto”, dijo Vilnai a la radio militar.
Hay que señalar que lo que este responsable califica de “malo para Egipto”, sería, sobre todo, malo para Israel.
Desde la caída de Hosni Mubarak, Israel ha adoptado más que nunca un perfil bajo.
“Estamos en constante contacto con ellos (los miembros de la CSFA), incluyendo a Tantawi, a quien conozco y que no tiene ningún deseo de permanecer en el poder”, dijo el ministro, un ex general.
Sobre el futuro político de Egipto, Vilnai, sin embargo, no se hace ilusiones. Él cree que los Hermanos Musulmanes ganarán las elecciones legislativas. “Ésta es nuestra principal preocupación”, admitió.
Los medios de comunicación también se han referido a este escenario. El diario Yediot Aharonot publicó un artículo titulado “Entre El Cairo y Teherán” sobre la crisis en Egipto.
Vilnai no obstante, ha sido menos alarmista. Él cree que la cancelación del acuerdo no sería para hoy. “Sin embargo, cuando el gobierno egipcio se estabilice después de un largo proceso electoral, esperamos que el acuerdo se vea seriamente afectado”, advirtió.
Las preocupaciones de Vilnai son compartidas por el ministro de Finanzas, Yuval Steinetz, para quien “Oriente Medio en estos días atraviesa una tormenta de inestabilidad” ...
“Los países árabes son débiles, tanto en lo militar como en lo económico, y algunos están en el borde de la quiebra”. Él añadió que, con la excepción de Irán, la capacidad de los estados musulmanes para llevar a cabo una carrera de armamentos en contra de Israel en los próximos cinco años se ha reducido.
Una nueva señal de la preocupación de Israel es el muro erigido en la frontera con Egipto a un ritmo muy rápido. Setenta de sus 240 km han sido ya construidos. El año 2012 es la fecha límite para su finalización.
Construido con plomo y con cinco metros de altura, se trata de la mayor barrera que Israel haya levantado jamás.
Mientras los desafíos se multiplican, Israel continúa enclaustrándose más.