Berlín se opone a una solución militar de la crisis ucraniana promovida por Washington, según un analista de la Universidad Americana en Moscú.
Berlín se opone a una solución militar de la crisis ucraniana promovida por Washington, según un analista de la Universidad Americana en Moscú.
La canciller alemana, Ángela Merkel, apoya las sanciones anti-rusas para impedir a EEUU incitar a una guerra en Europa, dijo Gilbert Doctorow al medio ruso Sputnik.
“Merkel acepta la política de sanciones puesto que se trata de una alternativa pacífica a la solución militar defendida por Washington”, escribió el analista citado por Russia Insider.
Según Doctorow, después de las recientes negociaciones de Minsk, que han permitido lograr una tregua en Ucrania, las posturas de Washington y los países europeos con respecto a la crisis ucraniana y los medios para resolverla divergen de manera sustancial.
La política de Washington continúa dominada por el “partido de la guerra” que llama a suministrar armas a las autoridades de Kiev confrontadas, según él, a la “agresión rusa”. Este último ve a Angela Merkel y François Hollande como “un equipo de soñadores” después de la última reunión de Minsk.
Para Merkel y sus consejeros, la opción militar estudiada por Washington en relación al conflicto ucraniano es “intolerable”, indica el investigador. Según él, una percepción semejante de la posición de EEUU por parte del gobierno alemán estuvo en el origen de la iniciativa diplomática que llevó a la firma de los nuevos acuerdos de Minsk. Francia y Alemania creyeron entonces que la decisión estadounidense de suministrar armas a Kiev era inminente y podría escalar la crisis enormemente con serias repercusiones para Europa.
El 12 de febrero, los países que forman parte del grupo de Minsk (Rusia, Ucrania, Francia y Alemania) firmaron un acuerdo en la capital bielorrusa destinado a poner término al conflicto en el Donbass. El acuerdo estipula que el Ejército ucraniano retirará sus armas pesadas de la línea de confrontación actual y los insurgentes de la línea fijada en los acuerdos de Minsk de Septiembre de 2014.
Sin embargo, durante una rueda de prensa con la canciller alemana, Angela Merkel, en Washington, el 9 de febrero, el presidente Barack Obama, bajo presión de los halcones anti-rusos en el Congreso, mostró su disgusto hacia la postura alemana y dejó claro que él estaba todavía considerando el envío de armas avanzadas a Ucrania para ser utilizadas contra las fuerzas separatistas pro-rusas en el este del país.
Merkel dejó claro, sin embargo, que se opone a cualquier iniciativa de EEUU para enviar armas a Kiev. “Yo no veo una solución militar al conflicto”, señaló tras mostrar, junto con Obama, su apoyo al régimen ucraniano nacido del golpe de estado de febrero de 2014.