Nuevas críticas se suman hoy tanto en EEUU e Israel como en otras naciones, al discurso pronunciado el martes por el primer ministro israelí Benyamín Netanyahu ante el Congreso estadounidense.
Nuevas críticas se suman hoy tanto en EEUU e Israel como en otras naciones, al discurso pronunciado el martes por el primer ministro israelí Benyamín Netanyahu ante el Congreso estadounidense.
El diario The New York Times publicó un editorial que señala que todas las predicciones del político sobre que Irán iba a adquirir una bomba nuclear demuestran ser infundadas.
El mensaje a los congresistas estadounidenses estuvo cargado de retórica alarmista, algo que según el Times es un elemento básico en la carrera de Netanyahu, que dentro de pocos días intentará buscar un tercer mandato consecutivo en comicios en su país.
En 1996, se presentó ante el Congreso e instó a otras naciones a unirse a él para evitar que Irán obtenga capacidad nuclear, haciendo hincapié en que "el tiempo se acaba". Antes, como miembro del Parlamento, en 1992, predijo que Irán estaría en condiciones de producir un arma nuclear dentro de tres a cinco años, ejemplifica el rotativo.
Al abordar las reiteradas predicciones de Netanyahu sobre el tema, el diario señala que es irónico saber que en 2012, Tel-Aviv ignoró un informe de la eficiente Mossad, su servicio de inteligencia, que planteaba que Irán “no estaba realizando la actividad necesaria para producir armas.”
Precisa el rotativo que los espías estadounidenses llegaron a la misma conclusión en su Informe Nacional de Inteligencia.
Opina el influyente medio neoyorquino que Netanyahu ha utilizado constantemente estas falsas alarmas y afirmaciones extravagantes tanto para servir a su maniobra política doméstica como para crear una cortina de humo que relega la cuestión palestina a un plano inferior.
La paradoja de la situación, agrega, es que un gobierno que ha construido un arsenal de armas nucleares, rechazó los llamados para establecer una zona libre de armas nucleares en el Medio Oriente, hizo incursiones militares en los estados vecinos y se burló del derecho internacional al mantener las tierras de otra naciones bajo la ocupación.
Ese gobierno, acentúa, ahora hace un gran alboroto sobre un país, Irán, que no ha invadido a otro país desde que EEUU se convirtió en una nación soberana.
Otro editorial del Times aborda un aspecto que pudiera pesar en el futuro en las relaciones entre Washington y Tel Aviv, el desafío a la política exterior del presidente Barack Obama que representó la intervención de Netanyahu, algo que algunos analistas estiman fue una preparación de los republicanos y el lobby judío en el país.
El político israelí no ofreció una nueva perspectiva sobre Irán y no hay nuevas razones para rechazar el acuerdo que negocian con Irán, EEUU y otras cinco potencias importantes para limitar su programa nuclear, criterio que se abre paso hoy en diferentes capitales del mundo.
En su propio país, el dirigente israelí es blanco de críticas por las posibles implicaciones de su desafío en Washington.
El diario Haaretz le reprocha en su editorial de hoy el no haber recordado la verdadera amenaza existente para un Israel judío y democrático: la interminable ocupación de territorios palestinos, entre otras críticas que vierten la mayoría de los analistas locales.
PL