Según el Washington Post, responsables antiterroristas norteamericanos, que nunca han sido conocidos por sus pronósticos optimistas, han entrado en un período de particular pesimismo.
Según el Washington Post, responsables antiterroristas norteamericanos, que nunca han sido conocidos por sus pronósticos optimistas, han entrado en un período de particular pesimismo.
En un testimonio al Congreso, el director de la Inteligencia Nacional, James Clapper, fue más allá de la usual letanía de amenazas para decir que las actuales tendencias del terrorismo eran peores “que en cualquier otro momento anterior de la historia”.
El mayor general Michael Nagata, jefe de las Fuerzas de Operaciones Especiales de EEUU en Oriente Medio, dijo a los participantes en un evento sobre estrategia antiterrorista, que el EI era una mayor amenaza de lo que Al Qaida nunca ha sido.
En una conferencia sobre terrorismo para la policía de Nueva York, Michael Morell, ex vicedirector de la CIA, señaló, por su parte, que dudaba que pudiera ver el fin de Al Qaida y sus derivados. “Ésta es una lucha a largo plazo”, dijo. “La generación de mis hijos y la de mis nietos continuarán luchando en esta misma guerra”.
Existen algunos factores que explican este pesimismo: el crecimiento del EI, el influjo de terrroristas extranjeros a Siria, el colapso del gobierno pro-norteamericano en Yemen y la espiral descendente en Libia. La última complicación llegó el sábado cuando el grupo terrorista Boko Haram declaró su lealtad al EI.
Los responsables norteamericanos hablan ahora de un escenario en el que Al Qaida y los grupos afines no sólo han sobrevivido a 14 años de operaciones antiterroristas, sino que se han extendido por todo el mundo.
Este pesimismo contrasta con la ola de optimismo que existía entre estos expertos tras la muerte de Osama bin Laden en 2011 y el inicio de la así llamada Primavera Árabe, que fue vista inicialmente como un despertar político en Oriente Medio que podría convertir a Al Qaida y su ideología en irrelevante.
A los pocos meses de la muerte de Bin Laden, el entonces secretario de Defensa de EEUU, Leon Panetta, dijo que “estamos cerca de derrotar estratégicamente a Al Qaida”. El propio presidente Barack Obama afirmó entonces que Al Qaida estaba “en el camino hacia la derrota”. Estos pronósticos optimistas se han evaporado, señala el Post.
“No estaría sorprendido si uno de estos grupos fuera capaz de derribar un avión de pasajeros en EEUU mañana”, dijo Morell, que precisó que el EI “no es uno de esos grupos”. Al Qaida en la Península Árabiga, grupo radicado principalmente en Yemen, es visto como el más peligroso a este respecto.