La tensión ha crecido entre Washington y Caracas tras el anuncio de la aprobación de sanciones norteamericanas contra responsables venezolanos acusados de violaciones de los derechos humanos.

La tensión ha crecido entre Washington y Caracas tras el anuncio de la aprobación de sanciones norteamericanas contra responsables venezolanos acusados de violaciones de los derechos humanos y la llamada inmediata a consultas del más alto representante diplomático venezolano en EEUU.

En el decreto que detalla las sanciones y refuerza las ya anunciadas a finales de 2014, el propio presidente se muestra muy virulento: “Yo, Barack Obama, considero que la situación en Venezuela constituye una amenaza extraordinaria e inhabitual para la seguridad nacional y la política exterior de EEUU”.

“Esto es por lo que declaro el estado de urgencia nacional para hacer frente a esta amenaza”.

En Caracas la respuesta no se hizo esperar. “Hemos llamado a consultas de forma inmediata a Maximilien Arvelaiz, encargado de negocios en EEUU, que es el más alto representante diplomático venezolano en ese país”, anunció la ministra de Exteriores, Delcy Rodríguez, en su cuenta de Twitter.

Este nuevo episodio se produce tras años de fricciones entre los dos países, que no tienen embajadores respectivos desde 2010.

El choque entre las dos naciones continuó desde finales de 2014, cuando la Casa Blanca decidió sancionar a responsables venezolanos acusados de reprimir a manifestantes contra el gobierno entre febrero y mayo de 2014.

Al anunciar la congelación y la prohibición de visados a siete responsables venezolanos, actuales o antiguos, incluyendo el director de la Policía Nacional y el director general de los servicios de inteligencia implicados, Washington ha suscitado la ira del gobierno del presidente Nicolas Maduro, heredero político de Hugo Chávez, muerto en 2013.

Hace diez días, Maduro anunció que los norteamericanos que visiten Venezuela precisarán de un visado de ahora en adelante.

Él también ordenó una drástica reducción, de 100 a 17, del personal diplomático estadounidense en Caracas.

Washington ha mostrado su irritación por el arresto del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, acusado de estar implicado en un complot para derrocar al gobierno.

El lunes, el secretario del Tesoro de EEUU, Jack Lew, dijo que su país estaba determinado a utilizar las sanciones financieras para “defender los derechos humanos y los principios democráticos en Venezuela”.