El ministro de Exteriores sirio, Walid al-Muallim, ha minimizado la importancia de las sanciones impuestas por la Liga Árabe contra Siria.

El ministro de Exteriores sirio, Walid al-Muallim, ha minimizado la importancia de las sanciones impuestas por la Liga Árabe contra Siria, al mismo tiempo que las condenó y mostró su sospecha de la existencia de una voluntad por parte de la Liga de internacionalizar la crisis siria.

El objetivo de las sanciones es el pueblo sirio

En una conferencia de prensa el lunes, Muallim tranquilizó a la población siria sobre el impacto de las sanciones en la economía del país, señalando que la economía siria depende en un 60% de la producción agrícola.

Refiriéndose a la decisión adoptada contra el Banco Central de Siria, sin embargo, él dijo que esto era una declaración de guerra económica.

Las sanciones de la Liga Árabe establecen una congelación del comercio con Siria y de sus cuentas bancarias en los países árabes.

Según Muallim, estas sanciones van dirigidas contra el pueblo sirio. “Hemos dado una prioridad a los intereses del pueblo sirio, que salió a las calles en un número de cientos de miles de personas para expresar su opinión”, señaló.

El ministro sirio de Asuntos Exteriores considera que las sanciones de la Liga Árabe revelan la existencia de una agenda oculta detrás de la escalada contra Siria y suministran la base para la internacionalización de la crisis.

“El Plan Árabe de acción era claro, pero las intenciones de la Liga Árabe no eran sinceras”, dijo Muallim.

El monopolio del partido Baaz en vías de extinción

En cuanto al proceso de reforma y el diálogo, Muallim dijo que el diálogo no debe darse únicamente entre las autoridades y la oposición, ya que hay millones de sirios que tienen reivindicaciones y que deberían estar representados en este proceso. “El que tenga un espíritu nacionalista y patriota tiene derecho a participar en el diálogo”, dijo.

Al mismo tiempo, el ministro sirio anunció que en la nueva Constitución que está en curso de elaboración “ya no existe el Artículo 8”, que otorgaba al gobernante Partido Baaz, en el gobierno en Siria desde 1963, la preeminencia en la dirección del país.

La Liga Árabe no quiere ver a los grupos armados

Muallim acusó a los dos canales por satélite Al Yazeera y Al Arabiya de librar una auténtica guerra destinada a derramar la sangre de los sirios, afirmando, por otro lado, que el Ejército sirio asumía plenamente sus deberes.

Recordó que el Ejército sirio ha dado mártires en su lucha para proteger a los civiles y hacer frente a los terroristas. Damasco habla de más de 1.000 muertos en las filas del Ejército y la policía. “Pedir que el Ejército sirio detenga la violencia es una acusación injusta”, dijo Muallim.

Él reprochó a la Liga Árabe su negativa a reconocer la existencia de grupos armados que atacan, matan y secuestran a ciudadanos. En este sentido, el ministro de Exteriores sirio hizo un llamamiento para detener la financiación de dichos grupos y la manipulación de los medios en contra de Siria.

“Queremos medidas para controlar las fronteras y estamos dispuestos a cooperar con los países vecinos", dijo, haciendo notar que los grupos armados han intensificado sus crímenes después de la salida de las Fuerzas Armadas y los agentes de seguridad de varias ciudades.

Muallim informó, sin embargo, de grandes logros en el control de fronteras y en la salvaguardia de la seguridad de los ciudadanos frente a los ataques de los grupos terroristas armados, y agregó que el Ejército sirio no ha utilizado en los pasados nueve meses sus tanques ni de sus aviones, y que las fuerzas del Ejército han sido ya reemplazadas por otras de orden público en la mayoría de las ciudades.

El protocolo de la Liga Árabe: un proyecto de sumisión

En cuanto al proyecto de protocolo presentado por el Comité Ministerial de la Liga Árabe, Muallim dijo que va en detrimento de la soberanía nacional. “Es un protocolo para la sumisión”, subrayó.

Con respecto a las modificaciones solicitadas por Siria con respecto a este proyecto, Muallim dijo que los cambios propuestos por los argelinos al mismo satisfacían el 80% de las solicitadas por Siria, pero que la Liga Árabe rechazó cualquier modificación, así como la toma en consideración de los mensajes intercambiados con Damasco como un Anexo al Protocolo. “Esto demuestra que se trata de un proyecto de sumisión”, dijo.

El lunes, la Liga Árabe instó al régimen sirio a aceptar su plan para el envío de observadores a Siria, afirmando estar lista para hacer modificaciones menores, como exige Damasco, en relación a “la cuestión de la coordinación entre la misión de observadores y las autoridades sirias.”

Ninguna operación militar contra Siria

Muallim excluyó también la posibilidad de una operación militar contra Siria, estimando que lo máximo que cabe esperar son sanciones económicas y otras políticas.

El ministro saludó asimismo la posición de Iraq, que “refleja el estrecho vínculo entre los pueblos sirio e iraquí”, así como la de Líbano. Ambos países se han negado a acatar las sanciones de la Liga Árabe.

“Siria va a salir de esta situación aún más reforzada, lo que hará a algunos entrar de nuevo en razón y pondrá término a la actitud de algunas partes externas que han tomado parte en la conspiración emprendida contra Siria”, dijo Muallim.

Muallim a Juppé: el tiempo lo dirá

Él respondió también a su homólogo francés, Alain Juppé, que dijo que el régimen sirio estaba hoy “totalmente aislado” y que sus días estaban “contados”, incluso si las cosas iban “lentamente”.

“El tiempo lo dirá y él lo verá, si Dios le concede vida”, replicó Muallim con sarcasmo.