Países de varios continentes manifestaron en los últimos días en la ONU su condena a las medidas unilaterales dictadas por el presidente estadounidense, Barack Obama, contra Venezuela.
Países de varios continentes manifestaron en los últimos días en la ONU su condena a las medidas unilaterales dictadas por el presidente estadounidense, Barack Obama, contra Venezuela, nación a la que ratificaron su respaldo.
El pasado lunes el Movimiento de Países No Alineados (Mnoal) condenó de manera categórica en un comunicado la decisión anunciada por Obama el 9 de marzo, de considerar a Venezuela una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional de la potencia norteña, así como las sanciones a funcionarios.
La organización que agrupa a 120 de los 193 miembros de Naciones Unidas calificó de desproporcionada la postura de Washington, y reiteró su firme apoyo a la soberanía, la integridad territorial y la independencia del estado sudamericano.
Reafirmamos la necesidad de respetar el derecho internacional, incluyendo los principios y propósitos de la Carta de la ONU, en lo referente a las relaciones de amistad y cooperación entre los países, precisó.
El Movimiento urgió al gobierno estadounidense a participar en conversaciones constructivas con Venezuela, y a detener sus "medidas coercitivas ilegales que afectan el espíritu de diálogo y entendimiento político entre las naciones".
Por su parte, Líderes femeninas de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) rechazaron la agresividad de la Casa Blanca, por tratarse de una flagrante violación del derecho internacional y la Carta de la ONU.
Participantes del bloque integracionista regional en la 59 Sesión de la Comisión sobre el Estatuto de la Mujer -foro previsto aquí del 9 al 20 de marzo- advirtieron que las medidas representan una acción previa a intervenciones de mayor alcance contra el pueblo venezolano.
En declaraciones a Prensa Latina, la vicecanciller y embajadora de Nicaragua ante Naciones Unidas, María Rubiales, llamó a América Latina y el Caribe a "no permitir ataques contra una hermana república, vengan de donde vengan, porque hoy es Venezuela y mañana puede ser cualquier otra, como la historia ha demostrado".
De acuerdo con la diplomática, deben buscarse todos los mecanismos de integración regional y los espacios globales de concertación para denunciar la postura de Washington.
"Resulta absurdo e irreal lo esgrimido por Obama, cómo puede Venezuela constituir una amenaza inusual y extraordinaria para EEUU, cuando el único y verdadero peligro para la soberanía de los pueblos es el imperialismo", dijo.
También la primera vicepresidenta de la Asamblea Nacional ecuatoriana, Rosana Alvarado, rechazó la hostilidad norteamericana, y aseguró que los países progresistas no abandonarán a Caracas.
La líder parlamentaria opinó la semana pasada que la política hostil de Washington demuestra que no han acabado las conductas imperiales, y la necesidad de la unión latinoamericana y caribeña para hacerles frente.
"Quién podía imaginar en pleno siglo XXI a unos Estados Unidos que siguen considerando a nuestras patrias territorios para la conquista, la colonización y el vasallaje", subrayó Alvarado, quien encabeza la delegación de Quito al foro de la ONU para la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer.
En declaraciones a Prensa Latina, el embajador de Venezuela aquí, Rafael Ramírez, destacó la solidaridad internacional con su país.
Ramírez demandó la derogación de las sanciones y la orden ejecutiva anunciadas por Obama, a quien consideró con la obligación moral de rectificar su agresividad.
De acuerdo con el diplomático, además de desproporcionada e injerencista, semejante decisión carece de argumentos creíbles, y bastaría una mirada a la historia reciente de ambos países para desarmarla.
"Cómo puede una nación que prioriza la cooperación y la solidaridad amenazar a una potencia nuclear, de enorme poderío militar y económico, y con una política exterior agresiva", preguntó.
El diplomático adelantó que Caracas seguirá denunciando ante el mundo la absurda y repudiable posición del gobierno norteamericano contra Venezuela.
PL