El “gobierno” llegó a tener hasta 400 empleados que cobraban entre 1.000 y 1.600 dólares al mes hasta llegar al “primer ministro”, Ahmed Tohme.
El “gobierno” de la oposición siria en el exilio ha declarado su bancarrota de forma indirecta y ha informado a sus empleados que están dentro de Turquía que su trabajo deberá ser voluntario a partir de ahora.
Según diversas estimaciones, el “gobierno” llegó a tener hasta 400 empleados que cobraban entre 1.000 y 1.600 dólares al mes hasta llegar al “primer ministro”, Ahmed Tohme, que recibía 8.000 dólares, el equivalente al salario del presidente de Turquía, país que alberga la sede de tal “gobierno”.
Según los sitios opositores, existen denuncias de corrupción y apropiación de fondos en temas como la construcción del edificio de la sede del “gobierno” en Estambul.
Dichas fuentes hablan de un declive de la financiación de los patrocinadores del “gobierno” y del fracaso de la visita de Tohme a Qatar, su principal patrocinador, donde fue incapaz de recoger las donaciones que necesitaba.
Esto se produce también en un contexto de continuos choques entre el “gobierno” de Tohmé y algunos miembros de la así llamada Coalición Nacional Siria, incluyendo su ex líder Ahmed Yarba.
Algunos expertos consideran que los países que apoyaban a este “gobierno” parecen haber comprendido finalmente lo absurdo de mantener esta ficción, que nunca ha sido una alternativa real al gobierno sirio, y han decidido no malgastar más dinero en él, en especial cuando los países occidentales muestran su inclinación a dialogar con Damasco.