El domingo el movimiento huthi tomó el control de Taiz, la tercera ciudad del país, que está próxima a la segunda ciudad, Adén, donde se encuentra el presidente saliente Abd Rabbo Mansur Hadi.
El pasado sábado, al día siguiente de dos atentados con bomba contra dos mezquitas en Yemen que mataron a al menos 142 personas, el movimiento revolucionario yemení Ansarulá (los huthis) anunció una movilización pública y pidió al Ejército y a las fuerzas de seguridad que hicieran frente al terrorismo takfiri.
Ansarulá señaló en una declaración la importancia del apoyo político a las medidas de seguridad frente a los crímenes terroristas.
“Todos los terroristas tienen que cerrar filas y cooperar con el Ejército y las fuerzas de seguridad con el fin de proteger al país del peligro takfiri”, señaló la declaración.
El domingo el movimiento huthi tomó el control de Taiz, la tercera ciudad del país, que está próxima a la segunda ciudad, Adén, donde se encuentra el presidente saliente Abd Rabbo Mansur Hadi. Las fuerzas leales a este último fueron derrotadas y emprendieron la huida.
Unos 300 huthis con uniformes militares se desplegaron en el recinto del Aeropuerto. Varios refuerzas llegaron procedentes de la capital, Sanaa, a 250 kms al norte, señaló a AFP un directivo de la instalación.
El general de brigada Hamud al Harathi, jefe de las unidades de fuerzas especiales basadas en la ciudad, dijo que Hadi ha perdido su legitimidad como presidente y mostró su apoyo a los huthis.
“Los soldados son partidarios del ex presidente Saleh”, que tres años después de dejar el poder continúa teniendo influencia en el Ejército, señaló un experto a AFP.
La conquista de Taif permitirá a los huthis o a las fuerzas leales a Saleh avanzar hacia Adén. Los militares fieles a Hadi han establecido un cinturón defensivo alrededor de la ciudad, según AFP.
Los huthis señalaron, por su parte, en una declaración del Comité Revolucionario Supremo que el motivo detrás del avance era unir al país contra Al Qaida y el EI, que poseen un considerable poder en la región suroeste del país. El comunicado denuncia “las deterioradas condiciones de seguridad del país y la guerra impuesta contra el pueblo yemení en todos los frentes”.
Hadi, junto con el primer ministro Jalid Bahah y su gobierno, dimitieron el pasado mes de enero, pero el Parlamento no aprobó su dimisión. El presidente huyó de la capital, Sanaa, el 21 de febrero y acudió a Adén, donde retiró su dimisión. Esto se produjo semanas después de que los combatientes huthis tomaran el control de la capital, Sanaa, en septiembre de 2014.
Algunos países del Golfo Pérsico, incluyendo Arabia Saudí, han trasladado sus embajadas desde Sanaa a Adén y han mostrado su apoyo a Hadi.
Hadi ha pedido a los revolucionarios de Ansarulá que entreguen el poder y abandonen Sanaa. Los huthis, sin embargo, afirman que Hadi ha perdido su legitimidad como jefe de estado y está siendo buscado como fugitivo de la justicia.