Tras la victoria islamista, con más de 60% de los escaños en la primera ronda de las elecciones del 28 y 29 de noviembre, los liberales tienen menos oportunidades de ganar en la ronda siguiente de las elecciones.
Tras la victoria islamista, con más de 60% de los escaños en la primera ronda de las elecciones del 28 y 29 de noviembre -El partido Libertad y la Justicia, vinculado a los Hermanos Musulmanes, obtuvo el 40% y el partido salafista Al-Nur Party, el 20%-, los liberales tienen menos oportunidades de ganar en la ronda siguiente de las elecciones.
Los egipcios tienen que concurrir de nuevo a las urnas para una siguiente ronda, ya que nadie obtuvo más del 50% del voto en la primera.
El Bloque Egipcio, de ideología liberal y laica, logró sólo el 15% de los votos y el Partido Al-Wafd apenas un 5%, según los resultados divulgados el domingo.
Los Hermanos Musulmanes se impusieron en una elección que incluyó a los votantes de El Cairo y Alejandría, las ciudades donde los partidos liberales tenían la esperanza de mostrar su mayor fortaleza. Su partido, el PLJ, obtuvo casi el 40% de los cerca de 10 millones de votos válidamente emitidos a las listas de los partidos en la primera de las tres rondas electorales para el Parlamento egipcio.
Con la segunda vuelta de las elecciones a celebrar dentro de dos semanas, los movimientos liberales no tienen muchas cartas en la mano para jugar, creen los analistas.
Mohamed El Baradei, Premio Nobel y posible candidato presidencial, dijo que la juventud liberal que se hallaba detrás del levantamiento del país había quedado “diezmada” en las elecciones parlamentarias. Él dijo que esperaba que los islamistas moderados controlaran a los “extremistas” y envió un mensaje tranquilizador al mundo de que Egipto no seguirá un camino religioso ultraconservador.