Decenas de millares de yemeníes se manifestaron el miércoles en la capital, Sanaa, para protestar contra la agresión de la coalición liderada por Arabia Saudí en contra del Yemen.
Decenas de millares de yemeníes se manifestaron el miércoles en la capital, Sanaa, para protestar contra la agresión de la coalición liderada por Arabia Saudí en contra del Yemen.
Los manifestaron aseguraron haber desafiado los ataques saudíes y los atentados de los grupos takfiris para expresar su unidad frente a la agresión militar que sufre el país desde hace 10 días.
En un comunicado leído en el nombre de los manifestantes y citado por la cadena iraní en lengua árabe Al Alam los yemeníes aseguraron que Arabia Saudí ha abandonado a Palestina y ha tomado como objetivo a Yemen con el fin de ejecutar las órdenes de EEUU, que ha sufrido un fracaso frente a la voluntad del pueblo yemení.
El comunicado añade que la agresión saudí contra Yemen presta un gran servicio a los enemigos de la nación árabe y el mundo musulmán, con Israel a la cabeza.
“La destrucción de las infraestructuras de Yemen revela la barbarie de la agresión saudí. Sin embargo, el pueblo yemení se transformará en un volcán que golpeará a los invasores”, aseguraron los manifestantes, que condenaron el mutismo internacional frente a los crímenes dirigidos contra el pueblo yemení.
El número de muertos civiles en Yemen supera ya los 170 después del ataque contra una vaquería en la ciudad de Hodeida, que costó la vida a 29 trabajadores, y el ataque anterior contra un campo de refugiados. Además, los saudíes han bloqueado la entrega de ayuda humanitaria de la Cruz Roja a Yemen. Esto ha tenido, sin embargo, un efecto de boomerang porque ha unido al pueblo yemení, en todos sus componentes, contra la agresión saudí.
Un efecto visible de este cambio es la actitud de Abdul Aziz Yubari, líder de un partido político favorable al presidente saliente Abd Rabbo Mansur Hadi, que en un primer momento había saludado la guerra con el fin de reinstalar en el poder al antiguo gobernante y que incluso participó en la última cumbre de la Liga Árabe en Sharm el Sheij en el entorno de Hadi. “No teníamos intención de que esto se convirtiera en una guerra contra nuestro pueblo”, dijo Yubari, que pidió el inmediato fin de los ataques saudíes.
Los residentes en la capital Sanaa se han quejado de que la guerra ha expulsado a los trabajadores humanitarios extranjeros fuera del país y esto ha detenido los suministros de ayuda humanitaria, que son más necesarios que nunca en un momento en el que los ataques aéreos saudíes se han incrementado.
Los bombardeos saudíes han destruido también algunas grandes empresas privadas, como la Compañía Nacional de Cemento, una de las mayores en el país y que daba empleo a cientos de yemeníes.
De este modo, los huthis, que hace un año era un movimiento no muy numeroso y reducido principalmente a la provincia norteña de Sadaa, han visto crecer fuertemente su popularidad como únicos defensores, junto con el Ejército, de la soberanía de Yemen.
El único yemení que continúa apoyando la guerra es el presidente saliente Hadi, que es ahora odiado de forma unánime por el pueblo yemení, pero que sigue viendo en una intervención de Arabia Saudí y sus aliados su única posibilidad de volver al poder. Los yemeníes creen que Arabia Saudí intenta recuperar el control sobre Yemen y acabar con su independencia y soberanía y se han agrupado para defenderlas.