La postura pública de Arabia Saudí de saludar el acuerdo nuclear entre Irán y el 5+1 enmascara una privada y profunda desconfianza, informó la agencia Reuters el sábado..
La postura pública de Arabia Saudí de saludar el acuerdo nuclear entre Irán y el 5+1 enmascara una privada y profunda desconfianza, informó la agencia Reuters el sábado..
En una llamada de teléfono con el presidente estadounidense Barack Obama, el monarca saudí Salman ibn Abdul Aziz “expresó su esperanza de que se alcance un acuerdo final que ayude a reforzar la estabilidad y seguridad en la región y el mundo”, manifestó la agencia estatal SPA.
Arabia Saudí, cuyo fallecido rey Abdulá pidió en una ocasión a EEUU que “cortara la cabeza de la serpiente” atacando las instalaciones nucleares de Irán, “ha saludado el acuerdo marco con Teherán, pero en privado existe una profunda desconfianza”, indica Reuters.
El informe añade que muchos dirigentes saudíes están preocupados por las implicaciones del acuerdo marco que Irán ha alcanzado con las potencias mundiales el pasado jueves y que está dirigido a abrir la vía para negociar un acuerdo final a mediados de año.
Reuters recogió las declaraciones de un alto responsable saudí que señaló que “Irán puede pensar que, como resultado de este acuerdo, está en camino de ganar respetabilidad”, una afirmación curiosa para el representante de un régimen feudal que trata a las mujeres y las minorías como ciudadanos de segunda clase y niega cualquier libertad a sus súbditos.
El régimen saudí no oculta su nerviosismo por la creciente influencia política de Irán en Oriente Medio.
“Sin embargo, es algo preocupante que un acuerdo que levantará las presiones internacionales contra Irán, sobre todo las sanciones, dé a la República Islámica más espacio para armar y financiar a sus aliados a los que Riad se opone en la región”.
Reuters también citó a analistas que dijeron que un acuerdo nuclear asusta al régimen saudí, que teme que Irán disponga ahora de más recursos para llevar a cabo una política más asertiva en la región.
Arabia Saudí se vio sorprendida por las negociaciones secretas, que duraron varios meses, en Omán y que sirvieron para despejar el camino hacia el primer acuerdo nuclear interino firmado en noviembre de 2013.