El movimiento huthi Ansarulá controló el lunes la ciudad sureña de Adén, último reducto de los seguidores del presidente yemení saliente Abed Rabbo Mansur Hadi.
El movimiento huthi Ansarulá controló el lunes la ciudad sureña de Adén, último reducto de los seguidores del presidente yemení saliente Abed Rabbo Mansur Hadi, a los que pusieron en fuga pese a los ataques continuados de los aviones saudíes.
El domingo, los huthis y los militares tomaron el control de la Administración provincial de Adén, incluyendo las oficinas del gobernador, señaló el corresponsal de Al Manar.
El puerto y las instalaciones gubernamentales, así como la sede de la televisión estatal, fueron tomados el lunes y están custodiados por hombres de Ansarulá y tropas del Ejército aliadas.
Es probable que la próxima dirección de la ofensiva de las fuerzas combinadas sea la provincia de Hadramaut, al este del país, ocupada y saqueada este fin de semana por efectivos de Al Qaida en la Península Arábiga (AQPA).
Los terroristas de AQPA, convertida en rama de Estado Islámico, fueron obligados a retirarse por las tribus de la zona.
En tanto, en Sanaa, más de un centenar de directivos del Partido de la Reforma (Islah), rama local de la Hermandad Musulmana, fueron arrestados tras apoyar la intervención de la alianza militar árabe, que entró en su segunda semana.
Reportes oficiosos, en ausencia de cifras oficiales, estiman en más de 500 las personas muertas desde el inicio de los bombardeos, que han alcanzado unidades militares, estaciones de radio y televisión, hospitales y el palacio presidencial en esta capital.
Arabia Saudí prosigue sus masacres
Sobre el terreno, los aviones de caza saudíes han bombardeado la localidad de Hayar Akach en la provincia de Sanaa, causando decenas de víctimas, informó la cadena de televisión iraní en lengua árabe Al Alam.
El gobernador de esta localidad, Abdul Latif Lamdi, afirmó que las fuerzas de seguridad “extrajeron los cadáveres de nueve personas, incluyendo mujeres y niños”.
Él añadió que “decenas de otros cadáveres están enterrados bajo los escombros de siete viviendas destruidas por la aviación saudí”.