El movimiento yemení Ansarulá anunció que había capturado dos tanques y un vehículo blindado después de la expulsión de los terroristas de Al Qaida y a los milicianos de Hadi de la ciudad de Maala.
El movimiento yemení Ansarulá anunció el martes que había capturado dos tanques y un vehículo blindado después de la expulsión de los terroristas de Al Qaida y a los milicianos de Hadi de la ciudad de Maala, en Adén.
Ansarulá añadió que 15 terroristas de Al Qaida fueron arrestados y un gran número de ellos muertos después de que los militantes del grupo fueran expulsados de la autopista Lodr-Zanyabar-Adén.
Arabia Saudí envía a 5.000 terroristas a Yemen
Según fuentes militares, Arabia Saudí ha enviado a 5.000 terroristas takfiris a Yemen para luchar contra las fuerzas revolucionarias en el país árabe.
“Arabia Saudí ha enviado a unos 5.000 mercenarios takfiris para luchar contra el Ejército yemení y los comités revolucionarios”, dijo el coronel del Ejército yemení, Abdel Sattar al Bushali el pasado sábado. Él indicó que se han producido fuertes enfrentamientos entre los grupos terroristas y las fuerzas militares leales a los comités revolucionarios de Yemen.
El coronel Bushali dijo que Arabia Saudí está conspirando para asesinar a seguidores del movimiento Ansarulá.
Estos informes parecen confirmar que el reino wahabí pretende implementar la misma estrategia utilizada en Siria e Iraq de apoyar a terroristas como instrumentos de su política.
El apoyo saudí llevó el pasado jueves a que Al Qaida en la Península Arábiga atacara la prisión central de Mukalla, en la provincia de Hadramut, en el sureste de Yemen, y liberara a más de 300, incluyendo uno de sus líderes, Jalid Batafi, que llevaba detenido cuatro años y era el emir de AQPA en la provincia de Abyan hasta su detención en 2011.
En la ciudad, los terroristas atacaron también el complejo de la autoridad provincial, la sucursal del Banco Central, la comisaría de policía y los locales del servicio de inteligencia.
Derrotas en Adén
Los terroristas de Al Qaida han luchado codo con codo con los partidarios del ex presidente Abed Rabbo Mansur Hadi en Adén, la segunda ciudad del país, pero han sufrido varias derrotas consecutivas en la ciudad a manos de los combatientes huthis y los militares.
Hace pocos días, aviones saudíes lanzaron cargamentos de armas a los partidarios de Hadi y los terroristas de Al Qaida, en la ciudad, incluyendo instrumentos para guiar los ataques aéreos.
Apoyo de los terroristas pakistaníes
Varios grupos terroristas takfiris que se han entrenado junto con Al Qaida y los talibanes en Afganistán y Pakistán han lanzado por otra parte una campaña para expresar su apoyo a Arabia Saudí, una fuente clave de su financiación, señala el sitio macon.com.
Los grupos terroristas wahabíes han presionado al gobierno para que se una a los ataques saudíes contra Yemen, una demanda opuesta a la de la oposición democrática, que rechaza esta postura.
Entre los grupos que participan en esta campaña está la Yamaat at ud-Dawah, varios de cuyos activistas fueron juzgados en Pakistán por planear y supervisar a los militantes que llevaron a cabo un ataque terrorista en masa contra Mumbai, la capital comercial de la India, en noviembre de 2008. Aquel ataque costó la vida a 166 personas.
Un diplomático estadounidense señaló en una nota escrita inmediatamente después del ataque de Mumbai que unos 100 millones al año estaban siendo enviados desde los estados del Golfo a los seminarios en la provincia del Este del Punjab que están vinculados a la Yamaat ad Dawah y otras organizaciones militantes. Esta nota estuvo entre los miles de cables clasificados que Wikileaks publicó en noviembre de 2010.
El jefe de la Yamat, Hafiz Mohammed Saeed, dijo a sus seguidores el pasado viernes en Lahore que él “sacrificaría todo, incluso a mi hijo” para “proteger a Arabia Saudí”, sugiriendo que ordenaría a los militantes que se unieran al conflicto si Riad se lo pedía.
EEUU declaró a Saeed un terrorista internacional en abril de 2012 y fijó una recompensa de 10 millones de dólares por información que lleve a su arresto y condena.
Al Qaida y los talibanes afganos han mostrado también su apoyo a Arabia Saudí y su condena a los huthis por su pertenencia a la escuela shií. Maulana Samiul Haq, cuyos seminarios en el noroeste de Pakistán en los años noventa produjeron miles de reclutas para los talibanes afganos con el apoyo de los servicios de inteligencia de Pakistán y Arabia Saudí, ha mostrado también su respaldo a la guerra saudí en Yemen.
Otros grupos que han mostrado su apoyo a Arabia Saudí son Ahlul Sunnat wal Yamaat, varios de cuyos miembros han sido acusados de asesinatos sectarios de shiíes, y el Movimiento Harakat ul Muyahidin, un grupo vinculado y entrenado por Al Qaida, que ha luchado contra las tropas indias en la región de Cachemira desde los años noventa y que cooperó con los talibanes afganos en su combate en Afganistán tras los atentados del 11-S.
Hekmatyar apoya agresión saudí
Por su parte, Gulbuddin Hekmatyar, líder de Hezb-e Islami, que fuera una de las principales facciones de la insurrección afgana contra las tropas soviéticas en los años ochenta, propuso el miércoles enviar a “miles de combatientes a Yemen” para apoyar la agresión saudí.
En un comunicado en lengua pashtu publicado en su sitio de Internet oficial y autentificado por AFP, el grupo hizo un llamamiento a “todos los musulmanes a unirse contra Irán”, que, según él, se interfiere en Yemen, Iraq y el Líbano.
“Si hay una posibilidad de ir a Iraq o a Yemen, miles de muyahidines afganos acudirán allí a contrarrestar la influencia de Irán y defender a sus hermanos musulmanes”, prosigue el comunicado de Hezb-e Islami, que recibió un importante apoyo de Arabia Saudí en los años ochenta durante la guerra de los grupos fundamentalistas contra las tropas soviéticas en Afganistán.
El grupo provocó una guerra civil contra el gobierno afgano de los muyahidines, creado tras la retirada de las tropas soviéticas y liderado por Burhanuddin Rabbani y Ahmad Shah Massoud. En aquella lucha, Hezb-e Islami lanzó miles de cohetes en ataques indiscriminados contra la capital, Kabul, matando a cientos de civiles.