El gobierno de EEUU tiene intereses geo-energéticos en Venezuela, por eso el decreto de que constituye una amenaza a su seguridad nacional, destacó el ministro boliviano de la Presidencia, Quintana.
El gobierno de EEUU tiene intereses geo-energéticos en Venezuela, por eso el decreto de que constituye una amenaza a su seguridad nacional, destacó hoy el ministro boliviano de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, a PL.
Quintana, quien ocupa la referida cartera desde enero de 2012, aclaró que esa posición está marcada por los grandes intereses de las empresas transnacionales de petróleo, las cuales ven Venezuela un provecho mayúsculo para seguir saqueando y preservar el poderío económico de Washington.
"Es lo de siempre. Es el libreto casi perpetuo del imperio, que usa distintos mecanismos, distintos métodos, distintas maneras de intimidar a los pueblos, a los países, que no siempre comparten lo que hace Washington, destacó Quintana, quien recordó que ese interés en Venezuela viene desde el gobierno de Hugo Chávez.
"Venezuela, desde el presidente Chávez, se convirtió en un dolor de cabeza para el imperio y consecuentemente, el imperio no va a quedar con los brazos cruzados mientras no termine su trabajo", insistió.
Sin embargo, aclaró que detrás de esta arremetida norteamericana contra Venezuela, el fondo es el petróleo.
"Intentó derrocarlo (a Chávez) a través de un golpe de Estado. Intentó desplomar la economía venezolana con el paro petrolero, se intentó inclusive dar fin con la vida del presidente Chávez. Y ese mismo libreto lo ha utilizado contra el presidente Nicolás Maduro.
Para Quintana, todo forma parte de la vieja historia del poder imperial que se cierne sobre países que no comulgan con la forma y las políticas de Estados Unidos.
También consideró que el decreto del presidente Barack Obama "es parte de ese juego de intimidación, pero también es parte de la gran advertencia de EEUU frente a la resistencia del pueblo venezolano. Es un mensaje agresivo, de intolerancia, es un mensaje que tiene en definitiva, una amenaza de intervención".
"Estados Unidos no tuvo ningún reparo en intervenir en 1989 en Panamá, para detener a un presunto narcotraficante, que entre otras cosas era un ex funcionario de la CIA (Agencia Central de Inteligencia), el general (Manuel Antonio) Noriega. Y tampoco tuvo reparos en intervenir en Granada, en 1983", recordó.
Asimismo, destacó Quintana que "tampoco tuvo reparos para agredir a Libia, desencadenar una guerra civil, para quedarse con el petróleo libio, no ha tenido ningún reparo para destruir la civilización iraquí, para que su petróleo quede en manos de las grandes transnacionales europeas-norteamericanas".
Las mismas políticas, remarcó, las aplica contra Afganistán y los países del este europeo, como Ucrania y recordó que "ha quebrado todos los protocolos de la convivencia internacional y no sería nada extraño que le pueda propinar un golpe durísimo, inclusive una intervención militar contra Venezuela".
Washington intervino en varios países de Centroamérica y el Caribe y ha convertido la región en territorios de juegos de guerra, recordó el ministro, quien admitió que se trata de un ejercicio de "dominio imperial de dominio geo-energético, geoeconómico, en un momento en que el imperio tiene serios problemas de sostenibilidad".
Por último, aclaró que "el factor de ajuste a su crisis interna es la guerra, es la anexión, o la agresión armada, que son las únicas maneras de compensar sus grandes debilidades.
PL