Secciones de la prensa francesa están criticando el resurgimiento del militarismo alemán y exponiendo así las crecientes tensiones entre las principales potencias europeas.
Secciones de la prensa francesa están rompiendo el silencio que ha prevalecido en Francia acerca del resurgimiento del militarismo alemán y exponiendo así las crecientes tensiones entre las principales potencias europeas. Dentro de la clase política francesa existe preocupación de que el rearme de Alemania constituya una amenaza fundamental a los intereses franceses.
Después de que el presidente de la Comisión Europea, Jean-Clause Juncker, llamara a la creación de un “ejército conjunto de la Unión Europea” en una entrevista con el diario alemán Welt am Sonntag, el periódico francés Le Monde publicó un artículo titulado “Alemanes en uniforme”.
Los medios y el establishment político de Francia han permanecido en su mayor parte en silencio con respecto a la propuesta de Juncker para la creación de un ejército de la UE, porque éste estaría dominado por Alemania. Le Monde escribió que “la propuesta, que ha pasado desapercibida en Francia, se ha convertido en muy popular al otro lado del Rhin”. El diario continúa citando a la ministra de Defensa alemana, Ursula von del Leyen, que saludó la propuesta de Juncker diciendo: “Nuestro futuro, como europeos, dependerá un día de un Ejército europeo”.
Le Monde traza un paralelo con la situación después de la Segunda Guerra Mundial, cuando Washington obligó a París a dar su visto bueno al rearme de Alemania Occidental, que estaba dirigido contra la Unión Soviética. El periódico señala: “Los franceses tuvieron que someterse a lo que querían evitar: el rearme de Alemania y su integración en la OTAN. Sesenta y cinco años más tarde, la historia parece estar repitiéndose. Europa quiere de nuevo a los alemanes en uniforme en un momento en que siente amenazada por el EI y Vladimir Putin”. Le Monde añade: “Sin embargo, los franceses... no tienen prisa por ver a los alemanes en uniforme”.
El periódico también rechaza los intentos de Alemania de enmascarar la defensa de sus propios intereses bajo la cobertura de un proyecto paneuropeo. El periódico explica los cálculos de Berlín de la manera siguiente: “No podemos asustar a nuestros vecinos europeos con nuestro rearme. Es mejor dar una apariencia europea a nuestra remilitarización”.
Berlín y París están planeando proyectos conjuntos como drones de combate y han buscado trabajar juntos para negociar un alto el fuego en Ucrania e impedir que EEUU precipite al continente a una guerra con Rusia. Sin embargo, la política de rearme en toda Europa está agudizando profundamente las tensiones entre Alemania y Francia, que lucharon tres guerras entre 1870-1871 y 1945: la Guerra Franco-Prusiana y las dos guerras mundiales del s. XX.
El 200º aniversario del nacimiento del canciller alemán Otto von Bismarck, el pasado 1 de abril, fue alabado por los medios y círculos políticos de Alemania. Bismarck llevó a cabo una serie de guerras para unificar los estados alemanes y crear un poderoso Imperio (Reich) Alemán, liderado por Prusia. Tras la derrota de Francia en la Guerra Franco-Prusiana, él convirtió a Alemania en la potencia líder de Europa.
La decisión de Berlín de aplaudir a Bismarck como modelo para hoy -incluso aunque su política en la Europa continental estuvo basada en la estrategia de aplastar militarmente primero y aislar diplomáticamente después a Francia- ha sido recibida con un total silencio en Francia, pero se han producido algunas críticas en los medios franceses.
El diario empresarial francés Les Echos publicó el pasado 2 de abril un artículo titulado “Alemania se entrega al culto a Bismarck”. “El rendir un homenaje a Otto es inevitablemente complicado... En Francia, su nombre y su casco puntiagudo continúan asociados a la Guerra Franco-Prusiana y la anexión de Alsacia y Lorena a Alemania. Y algunos ministros griegos podrían ver sus puntos de vista sobre Alemania confirmados al leer uno de los principios de realpolitik de Bismarck: “Las grandes crisis crean un clima beneficioso para el crecimiento de Prusia, dado que las explotamos sin miedo y posiblemente sin escrúpulos”.
En su artículo sobre el Ejército europeo, Le Monde apunta a la crisis de las relaciones entre Europa y EEUU como la fuerza que se halla detrás del rearme alemán: “Alemania desconfía de EEUU y la canciller Angela Merkel no ha perdonado a Obama por pinchar su teléfono personal. Además, EEUU está llevando a cabo un peligroso juego con Rusia, presionando a los europeos e incitándoles a adoptar una línea más dura y acentuar las tensiones con Putin”. Alemania se ha opuesto a unas duras sanciones económicas contra Rusia y a los intentos de EEUU de armar al régimen ucraniano contra este último país.
Existe también otro factor de tensión en las relaciones franco-alemanas. Alemania se opuso a la agresión contra Libia en 2011 y la subsiguiente campaña contra Siria, en las que Francia ha participado plenamente. Berlín se opone también a los planes de París para crear una zona de influencia en el Mediterráneo, en los países que formaron parte del antiguo imperio colonial francés.
Francia hace frente ahora al rearme de su antiguo enemigo. Este rearme ha estado siendo preparado desde hace algún tiempo, como fue articulado por el presidente alemán Joachim Gauck en el Día de la Unidad Alemana de 2013. Gauck declaró que Alemania no era “una isla” que podía mantenerse al margen de los “conflictos políticos, económicos y militares”. En la Conferencia de Seguridad de Munich de principios de 2014, él anunció el fin de”la política de abstención militar” de Alemania.
Tras varios incrementos de su presupuesto de defensa, Alemania ha superado finalmente a Francia en lo que se refiere al gasto militar, que ha alcanzado los 32.400 millones de euros, frente a los 31.400 de Francia. De este modo, las primeras expresiones de preocupación sobre la posibilidad del retorno del militarismo alemán están apareciendo en los medios de Francia.
Kumaran Ira y Alex Lantier – wsws.org
http://www.wsws.org/en/articles/2015/04/06/fran-a06.html