El general Mohammad Ali Bilal, las fuerzas egipcias no pueden combatir fuera de Egipto salvo si la seguridad nacional está amenazada.
En Egipto, la participación en la guerra saudí contra Yemen levanta cada día más protestas en numerosos sectores de la sociedad egipcia.
Según la opinión del antiguo jefe de las fuerzas egipcias durante la Guerra del Golfo, el general Mohammad Ali Bilal, las fuerzas egipcias no pueden combatir fuera de Egipto salvo si la seguridad nacional está amenazada.
“La naturaleza del terreno de Yemen y de los combatientes yemeníes convierten toda invasión terrestre exterior en imposible”, dijo en una entrevista con la cadena de televisión privada egipcia Al Kahira wal Nas (El Cairo y sus gentes).
Recordando la intervención egipcia en Yemen en los años sesenta del pasado siglo, él precisó que ella fue realizada con el fin de apoyar a tribus yemeníes, lo que no es el caso hoy.
Según el general egipcio los avances de los huthis del norte hacia el sur han sido posibles por el hecho de que la mayor parte de tribus yemeníes están aliadas con ellos.
Bilal reveló igualmente que la mayoría de las unidades del Ejército yemení se han unido a los huthis.
El general afirmó que la guerra contra Yemen es “una trampa tendida a Arabia Saudí”.
En lo que se refiere a la información que habla de la presencia de 40.000 militares egipcios en Arabia, él aseguró que ella no tiene nada que ver con la realidad.
Según el general, la sola participación egipcia en la guerra saudí se limita a la presencia de una fuerza marítima egipcia en el Mar Rojo y que está desplegada con el objetivo de dificultar el paso de armas para la organización huthi Ansarulá.
Denuncias contra Arabia Saudí
Por otro lado, importantes personalidades egipcias llevan a cabo una campaña contra Arabia Saudí y los países del Golfo.
“Personalidades egipcias bien conocidas prosiguen su diatriba contra Arabia Saudí y otros países del Golfo y la escuela wahabí. Este fenómeno se repite sin cesar en los medios egipcios a pesar de la alianza concluida entre el presidente Abdul Fattah al Sidi y ese país”, constató la cadena estadounidense CNN.
Uno de estos autores, Ahmed Abdel Moeti, próximo al poder, acusó a “los países petrolíferos wahabíes” de tener una responsabilidad en los ataques perpetrados en el Sinaí.
“Lo que hace sufrir a Egipto en este tiempo son los atentados terroristas que amenazan la seguridad nacional y que son el fruto de la corrupción política, cultural y general que perdura desde hace seis décadas, desde la derrota de 1967”, escribió en un periódico próximo al poder “Bauwabat al Ahram”.
“Estas mentalidades terroristas, que son maestras en la destrucción y la devastación, provienen de ciertos países petrolíferos wahabíes que legitiman el derramamiento de sangre”, señaló añadiendo que era necesario “confrontar este fenómeno con el pensamiento y la cultura” con el fin de “pulverizar esta mentalidad oscurantista y limitada”.