Varios congresistas estadounidenses han presentado un proyecto de ley para prohibir el boicot contra los ocupantes israelíes y para luchar contra las campañas de boicot.
Varios congresistas estadounidenses han presentado un proyecto de ley para prohibir el boicot contra los ocupantes israelíes y para luchar contra las campañas de boicot que han alcanzado una gran amplitud, especialmente en Europa.
El periódico israelí Yedioth Aharonot indicó que el Congreso, bajo la fuerte influencia del lobby sionista, prepara un contraataque contra el “tsunami de boicot” contra Israel “al presentar un proyecto de ley en relación al estatus económico especial que tiene Israel para EEUU protegiéndolo de eventuales obstáculos”.
El periódico añade que la razón de esta medida es “la altura alcanzada por las actividades llevadas a cabo por el movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones contra Israel en todo el mundo y especialmente en Europa”.
El proyecto estipula que EEUU cortará sus relaciones con los países, instituciones y organizaciones que boicoteen a Israel a fin de que los europeos cesen este boicot, algo de todos modos que es menos que probable.
Es el congresista republicano Peter Roxam el que está detrás de este proyecto que, según fuentes israelíes, ha recibido un gran apoyo de los dos partidos (republicano y demócrata). Es muy probable que esta ley sea votada por el Congreso, pero hasta la fecha esta votación no ha sido fijada.
La enmienda pide a las autoridades ejecutivas norteamericanas que presenten un informe sobre las compañías que participen en el boicot después de la enmienda a la ley sea aprobada a fin de sancionarlas y disuadirlas.
Según Adam Reuter, director general de una sociedad de consulting, “la campaña de boicot contra las empresas israelíes ostenta un gran peso en Europa, sobre todo en los medios universitarios”.
Con respecto a las sanciones estadounidenses, Reuter afirmó que se pedirá a toda empresa que desee comerciar con EEUU la condición de que no boicotee a Israel.
Al final, sin embargo, serán los consumidores los que decidan y presionen a las compañías y empresas para que no vendan productos israelíes so pena de verse afectadas por un boicot de buena parte de la población. Las políticas agresivas de Israel y su rechazo al proceso de paz y la solución de dos estados fortalecerá al mismo tiempo la campaña de boicot, según los expertos.