Los países europeos y los vecinos de Irán están dispuestos a comprar gas iraní en un momento en el que más proyectos iraníes en este campo están comenzando a desarrollarse.
Los países europeos y los vecinos de Irán están dispuestos a comprar gas iraní en un momento en el que más proyectos iraníes en este campo están comenzando a desarrollarse, señaló el jefe de la Compañía del Gas de Irán (NIGG).
“Los países europeos, los vecinos y otros países están buscando recibir gas de Irán”, dijo Hamid Reza Araqi el lunes.
Él añadió que Irán desea ver su producción de gas alcanzar los 1.000 millones de metros cúbicos al día dentro de tres años según vayan entrando en funcionamiento las nuevas fases del campo de gas gigante Pars del Sur, situado junto a la costa.
Araqi dijo que la producción de gas de Irán alcanzará los 189.000 millones de metros cúbicos en el actual año persa que termina en Marzo de 2016.
Él añadió que el campo Pars del Sur está dividido en 29 fases de desarrollo y contiene 40.000 billones de metros cúbicos de gas natural. Él cubre un área de 9.700 kilómetros cuadrados, de los cuales 3.700 están situados en territorio iraní.
Este campo contiene un 8% de las reservas de gas natural del planeta y unos 18.000 millones de barriles de gas condensado.
Incremento de las exportaciones de gas a Europa
Europa ha señalado, por su parte, que mantiene también abierta la posibilidad de incrementar las importaciones de gas de Irán con el fin de diversificar sus fuentes de energía, dijo el Comisionado de la Energía de la UE, Miguel Áreas Cañete.
En un encuentro al margen de un cumbre de los ministros de Energía de la UE que tuvo lugar en la capital lituana, Riga, Cañete afirmó que Irán podría ser un nuevo suministrador de gas para Europa, si las negociaciones sobre el tema nuclear de Irán llevan a un acuerdo final.
“Está claro que si existe finalmente un acuerdo final en el mes de Junio con Irán, esto abrirá nuevas posibilidades en el futuro”, dijo Cañete en declaraciones recogidas por la agencia alemana DPA.
Él señaló que los europeos están trabajando en una ruta que ellos llaman Corredor del Sur con el fin de transferir el gas de los países del Mar Caspio a Europa. Este proyecto busca en primer lugar posibilitar las exportaciones del gas de Azerbaiyán.
Sin embargo, el gas azerí no es suficiente, según los expertos, para hacer viable el gaseoducto y es aquí donde las miradas se dirigen a Irán.
Cañete señaló que el Corredor del Sur “tiene posibilidades de ir más allá, hasta Turkmenistán e Irán en el futuro”.
La Comisión Europea ha señalado igualmente que buscará incrementar su cooperación energética con Irán.
Según BP, Irán se halla asentado sobre unas reservas de gas de 34.000 billones de metros cúbicos de gas, lo que representa el 18% de las reservas de gas del mundo, siendo el segundo país en este campo después de Rusia.
Irán está en la actualidad negociando acuerdos con 15 compañías europeas y 3 asiáticas para su participación en la explotación de 40 nuevos campos en el país.
El rival chino
Los países europeos deberán, sin embargo, competir con China en sus intentos de importar gas iraní. China está construyendo en la actualidad el gaseoducto IP (Irán-Pakistán) y ha hablado de extender la instalación hasta su territorio en un futuro para recibir gas natural iraní.
El gas iraní resulta un importante recurso para China, que podría así crear una zona terrestre de suministro energético que no dependa de las rutas marítimas internacionales controladas en general por la Marina de su principal rival, EEUU. Irán es también es también un país seguro para China por cuanto que no se dejará influir por Washington en lo que se refiere a un posible futuro recorte de los suministros al gigante asiático en caso de una crisis internacional con EEUU.