Ahora la empresa quiere volver al mercado iraní, pero este hecho está levantando ampollas en Irán.
La compañía francesa de automóviles Peugeot abandonó en 2012 el mercado iraní cuando los países de la UE intensificaron las sanciones contra Irán. Ahora la empresa quiere volver al mercado iraní, pero este hecho está levantando ampollas en Irán.
La compañía francesa decidió salirse de lo que constituía su segundo mayor mercado por volumen de ventas tras 23 años de presencia en Irán. Poco antes de su retirada, Peugeot vendía un 13% de su producción de vehículos en ese país.
Peugeot fue entonces acusada de ceder ante las presiones de EEUU. De hecho, su decisión de abandonar Irán se produjo después de un acuerdo de la compañía con General Motors, con sede en Detroit.
Esta grosera salida llevó al cierre de una línea de ensamblaje de la compañía iraní Khodro, que tenía un acuerdo con Peugeot. Esto causó a Irán unas pérdidas de 800 millones de euros como mínimo.
“En cualquier caso, Peugeot deberá ahora pagar por sus anteriores actos y compensar a Irán”, dijo el ministro de Industria, Minas y Comercio iraní, Mohammad Reza Nematzadeh, a principios de este año.
El director ejecutivo de la compañía iraní Khodro, Hashem Yekke-Zare, que acaba de regresar de París, dijo que su empresa “está siguiendo de cerca el tema de los daños causados” después de la súbita retirada de Peugeot.
Peugeot, por su parte, ha afirmado que los dos lados planean crear una factoría conjunta para reanudar la producción.
Los economistas iraníes, sin embargo, creen que Irán debe adoptar una posición dura y no dar un fácil acceso al mercado iraní a las compañías extranjeras. Ellos señalan que no existen garantías de que los fabricantes de automóviles no vuelvan a sus anteriores hábitos y abandonen de nuevo el país bajo presión.
“Si Peugeot regresa con las mismas modalidades y condiciones nuestros fabricantes nunca se beneficiarán de esto y su regreso será sólo el resultado de obligar a los iraníes a adquirir productos obsoletos y de calidad inferior”, dijo Ali Jaksar, un profesor de transportes en la Universidad Allameh de Teherán.
Los críticos señalan también que la vuelta de Peugeot a Irán está motivada por el deseo de lograr ganancias en un mercado nuevo tras años de sufrir fuertes pérdidas.
La compañía ha despedido a 100.000 trabajadores desde su abandono de Irán. Ella perdió 2.000 millones de euros en 2012 y 2.300 en 2013. lo que la obligó a vender el 30% de sus acciones a la compañía china Dongfeng Motor.
“Tenemos que fijar una serie de condiciones para el retorno de Peugeot para asegurarnos que ellos no puedan abandonar fácilmente Irán bajo la presión de EEUU u otros países”, dijo un miembro de la Asociación de Fabricantes de Piezas de Auto de Irán, Mohammad Reza Nayafi-Manesh.
Press TV