Rober Baer dijo que la publicación por parte de Hezbolá de los nombres e identidades de varios agentes y el jefe de la estación de la CIA en Beirut había supuesto un “duro golpe” para EEUU.

El antiguo oficial de la Agencia Central de Inteligencia de EEUU (CIA), Rober Baer, dijo que la publicación por parte de Hezbolá de los nombres e identidades de varios agentes y el jefe de la estación de la CIA en Beirut había supuesto un “duro golpe” para EEUU.

El ex agente de la CIA describió a Hezbolá como un “enemigo sofisticado” y añadió que “tiene capacidades enormes” y “puede hacer lo que podamos imaginar”.

Baer también se refirió a una aparente “intensificación de la guerra encubierta entre Occidente e Irán”. “Obviamente, hay una guerra de espionaje en Irán. Y perder un activo en el medio de una guerra como ésta, creo que es catastrófico”.

Al Manar TV reveló recientemente la identidad del jefe de estación de la CIA en Beirut, junto con su predecesor y otros tres oficiales de la agencia estadounidense, así como los apodos de otros cinco operativos.

El informe dijo que los agentes fueron asignados al reclutamiento de espías libaneses a los que se encargó la tarea de reunir información sobre los depósitos de armas, los líderes y los muyahidin de Hezbolá, así como las direcciones de sus residencias.

Pocos días antes del informe de Al Manar, la República Islámica del Irán también dio a conocer el desmantelamiento de una red de espionaje de la CIA que comprendía 30 agentes.

Baer, quien operó en el Líbano en la década de 1980, fue el encargado de seguir al jefe militar de la Resistencia, comandante mártir Imad Mugniyeh. Sin embargo, el ex agente no pudo cumplir esta misión y confesó haber sufrido “un completo fracaso” a este respecto.