La situación yemení pone de manifiesto el impasse alcanzado por la agresión saudí que se prolonga durante más de un mes.
La situación yemení pone de manifiesto el impasse alcanzado por la agresión saudí que se prolonga durante más de un mes. Los ataques aéreos no han logrado conseguir ningún éxito sobre el terreno, de tal modo que hoy más que nunca parece absurda desde el punto de vista político y militar la continuación de la agresión saudí.
Yemen ha sufrido 150 ataques aéreos saudíes en menos de 48 horas y, a pesar de ello, el Ejército y los combatientes de Ansarulá tomaron el lunes el pleno control de los distritos de Tawahi, Dar Saad y Brega, y confiscaron un gran número de armas lanzadas por los saudíes desde aviones..
Al mismo tiempo, los barcos saudíes han sufrido una humillante derrota a manos de los militares y los huthis ante Adén a pesar de su superioridad material, lo que viene a poner de manifiesto una vez más la importancia de la voluntad de resistencia del pueblo yemení frente a unas fuerzas saudíes puramente mercenarias.
La visita del ministro de Exteriores egipcio, Abdul Fattah al Sisi, ha incrementado los rumores de una posible operación terrestre saudí, aunque limitada, con el fin de devolver al presidente saliente y fugitivo Abed Rabbo Mansur Hadi a Yemen. Esta posibilidad se alimenta por las derrotas de los partidarios de Hadi y los terroristas de Al Qaida aliados con ellos a manos del Ejército yemení y de Ansarulá en el campo de batalla.
Sin embargo, una aventura militar en un país como Yemen, con un terreno montañoso e inhóspito y donde el pueblo está armado y posee una amplia experencia en combate es una apuesta por un fracaso seguro.
Los ataques no han logrado sus objetivos políticos ni militares pero sí han logrado crear una espantosa situación humanitaria en Yemen, donde existe escasez de alimentos, medicinas y combustible. Bajo una creciente presión internacional, Arabia Saudí ha dicho que “conultaría” con sus socios de coalición para detener los ataques en algunas áreas con el fin de permitir la entrega de la ayuda humanitaria.
Los futuros desarrollos dependerán probablemente de las consignas que el secretario de EEUU, John Kerry, lleve a la cumbre de países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG). EEUU es consciente de las consecuencias que una operación terrestre saudí en Yemen podría tener y del fracaso de los ataques aéreos saudíes sobre el terreno. Kerry puede llevar con él algún tipo de plan en el campo político para poner fin al conflicto, pero es dudoso que esto sirva para detener por el momento el empecinamiento saudí de continuar con sus fracasadas operaciones militares en el vecino país.