Estamos obligados a garantizar nuestra seguridad y la estabilidad, por lo que es nuestro deber y responsabilidad el ayudar a nuestros hermanos árabes.
En la inauguración de la cumbre de los países de Cooperación del Golfo (CCG), celebrada en Riad, el rey Abdulá bin Abdul Aziz de Arabia Saudí manifestó que “nos reunimos en circunstancias difíciles, que nos exigen unidad o unión.”
Y agregó: “Estamos obligados a garantizar nuestra seguridad y la estabilidad”, por lo que “es nuestro deber y responsabilidad el ayudar a nuestros hermanos árabes”.
Probablemente aludiendo a Siria, él hizo un llamamiento a los países del CCG para que ayuden a los “hermanos árabes con el fin de que la sangre deje de fluir y para protegerse contra los riesgos de una intervención extranjera”, dijo AFP.
“Les pido hoy que se muevan de una fase de cooperación a otra de integración en una sola entidad”, añadió el rey de Arabia Saudí, frente a sus homólogos de los países del CCG, que también incluye a Bahrein, Emiratos Árabes Unidos, Omán, Qatar y Kuwait.
Sin embargo, el rey saudí no especificó la forma de la unión, ni los medios y ni las etapas para su introducción.
Según los observadores, los miembros del CCG desean presentarse como los nuevos líderes en la lucha por la democracia, dado que Qatar y Arabia Saudí han sufrido un revés con la iniciativa iraquí que, según fuentes iraquíes citadas por el diario libanés As Safir, habría recibido luz verde de EEUU para resolver la crisis siria.
La cumbre, que finaliza el martes, ha estado dominada por la crisis en los países árabes y los temores a un aumento de la influencia iraní en la región tras la retirada estadounidense de Iraq.
Varias cuestiones relativas a la integración de las economías del CCG, fuertemente dependientes del petróleo, también están en la agenda de la reunión.