El primer presidente democráticamente elegido de Egipto, Mohammed Mursi, ha sido sentenciado a muerte por el cargo de poner en peligro la seguridad nacional.
El primer presidente democráticamente elegido de Egipto, Mohammed Mursi, ha sido sentenciado a muerte por el cargo de poner en peligro la seguridad nacional al filtrar secretos de Estado a Qatar y escapar de prisión durante la revolución del país contra el dictador Hosni Mubarak en 2011.
La sentencia fue publicada el sábado en la capital de Egipto, El Cairo, por un tribunal egipcio que sentenció a otros 100 detenidos a muerte por los cargos de fugas durante el levantamiento contra Hosni Mubarak.
El juez Shaaban el Shami refirió la sentencia de muerte contra Mursi y otros 20 sentenciados al Gran Mufti de Egipto, que es la más alta autoridad religiosa en el país, para que le envíe una opinión no vinculante.
Mursi y otros 14 detenidos fueron acusados de la muerte de tres manifestantes y de torturas a varias otros durante los choques frente al Palacio Presidencial en El Cairo el 5 de diciembre de 2012.
Por su parte, los abogados defensores señalaron que no había ninguna prueba que Mursi incitara a estos enfrentamientos y añadieron que la mayoría de los muertos eran miembros de los Hermanos Musulmanes, la cofradía a la que pertenece Mursi.
Mursi recibió una pena de 20 años de prisión el 21 de abril de este año en un juicio separado por otros cargos, incluyendo el de incitación al asesinato de manifestantes.
La pena capital contra Mursi se produce después de que otro tribunal absolviera al ex presidente Hosni Mubarak de la muerte de cientos de manifestantes durante las protestas antigubernamentales de 2011.