Cinco niños de una misma familia han muerto a consecuencia de la explosión de una mina colocada hace décadas por los ocupantes israelíes en la provincia siria de Quneitra.
Cinco niños de una misma familia han muerto a consecuencia de la explosión de una mina colocada hace décadas por los ocupantes israelíes en la provincia siria de Quneitra.
Las cinco víctimas, de entre 3 a 6 años de edad, vivían en la granja Al Bunyan adyacente a la aldea de Al Rafid.
Con estos cinco niños, la cifra de víctimas de las minas israelíes entre los residentes de la provincia ha aumentado a 225, mientras que los heridos que han sufrido una incapacidad permanente alcanzan los 720, la mayoría de ellos con amputaciones en las extremidades y deformaciones en la cara, quemaduras y perdidas de la vista.
Omar al Haiba, Presidente del Consejo General para el cuidado y rehabilitación de las víctimas de las minas, dijo que la mina que causó la muerte de los cinco niños se trasladó del territorio del Golán sirio ocupado a la parte liberada debido a la erosión del suelo y estalló mientras los menores jugaban a menos de cien metros de su casa.
Al Haiba hizo un llamamiento a todas las organizaciones humanitarias y organizaciones internacionales de derechos humanos para que presenten una queja contra los ocupantes israelíes con el fin de obligarles a reconocer el número de minas que sembraron en la parte ocupada y en la liberada del Golán y entreguen los mapas de su localización al gobierno sirio.
Por su parte, el ingeniero Hussein Arnous, Gobernador de Quneitra, dijo que los residentes en la provincia y en el Golán sirio ocupado sufren de un problema crónico relativo a los campos de minas sembrados por el ejército de ocupación israelí alrededor de las aldeas y las granjas y campos. Estos representan una amenaza permanente para la vida de los residentes y les ha privado además del uso de sus tierras durante más de cuatro décadas.
Por su parte, Ali Kanán, Director del Hospital Mártir Mamduh Abaza en la provincia, dijo que la institución recibió diez casos este año de personas con heridas medianas y graves por explosiones de minas y granadas de racimo israelíes. La mayoría de ellos tuvieron que sufrir amputaciones debido a tales heridas.
Cabe señalar que las fuerzas de ocupación israelíes, antes de retirarse de la parte liberada de la provincia de Quneitra, colocaron al azar más de un millón de minas.
SANA