Casi nueve años después de la ocupación de Iraq por EEUU, las últimas tropas de combate estadounidenses abandonaron el país en la madrugada del domingo, completando la retirada militar.
Casi nueve años después de la ocupación de Iraq por EEUU, las últimas tropas de combate estadounidenses abandonaron el país en la madrugada del domingo, completando la retirada militar.
El corresponsal de Al-Manar en Bagdad, Ali Hamza, confirmó que las fuerzas de ocupación de EEUU habían abandonado el país después de que las autoridades iraquíes se negaran a proporcionar impunidad a ningún soldado norteamericano que se quedara en su territorio.
El último de aproximadamente 110 vehículos de transporte, que llevaban más de 500 de soldados, atravesó la frontera con Kuwait alrededor de las 7:38 a.m. hora local (04:38 GMT) del domingo, dejando sólo un par de centenares de soldados en la Embajada de EEUU.
“El júbilo reina en Iraq y la quietud es evidente en los rostros de todos los iraquíes, que habían estado esperando la retirada,” dijo Hamza, que agregó que “contrariamente a los rumores sobre un posible caos tras la retirada, que habían estado circulando, la tranquilidad ha invadido la capital iraquí”.
El viernes, Iraq tomó el control de la última base militar de EEUU. Había en ella menos de 4.000 soldados, una dramática caída con respecto a las cerca de 500 instalaciones militares y los 170.000 soldados estadounidenses que llegó a haber en el país árabe.
Hamza puso énfasis en el apagón informativo que existe en los medios de comunicación occidentales y señaló que este apagón “ha sido deliberadamente creado por parte de algunas agencias de noticias que están dominadas por EEUU e Israel”.
“Fuimos a ver la operación de retirada y cuando tratamos de obtener fotos fuimos detenidos por las autoridades militares estadounidenses”.
“EEUU ha optado por retirarse en la noche con el fin de ocultar la derrota que ha sufrido por parte de la resistencia iraquí”.
El corresponsal señaló que prominente clérigo iraquí, Moqtada as-Sayyed Sadr, ha pedido que los líderes iraquíes firmen un pacto sobre el abandono de la lucha sectaria.
“El pacto puede ser considerado como otro golpe a EEUU, que fue derrotado por los iraquíes”.
La retirada pone fin a una guerra, iniciada con la invasión estadounidense de Marzo de 2003, que dejó a decenas de miles de iraquíes y cerca de 4.500 soldados estadounidenses muertos, muchos más heridos, y 1,75 millones de iraquíes desplazados.