Las tensiones están dominando en la actualidad las relaciones entre Tel Aviv y Helsinki desde que una organización israelí sufrió la prohibición de participar en una exposición en Finlandia.
Las tensiones están dominando en la actualidad las relaciones entre Tel Aviv y Helsinki desde que una organización israelí sufrió la prohibición de participar en una exposición en Finlandia como parte de las acciones del movimiento de boicot contra la entidad sionista.
El Festival del Pueblo Mundial de Finlandia decidió el lunes impedir al Fondo Nacional Judío, una organización israelí, acudir a la exposición de ONGs que tendrá lugar este mes, como cada año, en la capital finlandesa, Helsinki.
El JNF fue informado de que no se le permitiría participar en el evento debido a “la existencia de interrogantes sobre la legitimidad de sus actividades”.
Tras el incidente, el embajador israelí en Finlandia, Dan Ashbel, contactó con responsables del Ministerio de Exteriores para expresar su irritación por la decisión, pero el Ministerio dijo que “se trata de un evento privado sobre el que el Ministerio de Exteriores de Finlandia no tiene ninguna influencia”.
La rama finlandesa del Comité Israelí contra las Demoliciones de Viviendas alabó, sin embargo, la decisión describiéndola como una victoria para la campaña del Boicot, Desinversión y Sanciones contra Israel.
Campaña de boicot
La BDS es una campaña global que utiliza la presión política y económica sobre Israel para cumplir con los objetivos del movimiento -el fin de la ocupación y colonización de los territorios palestinos, plena igualdad para los ciudadanos árabes israelí y respeto al derecho al retorno de los refugiados palestinos-.
El movimiento BDS contra Israel dio comienzo en Julio de 2005 y fue impulsado por 171 organizaciones palestinas que llamaron a promover “varias formas de boicot contra Israel hasta que este estado cumpla con sus obligaciones bajo el Derecho Internacional”.
La campaña ha influido también en las leyes de los estados de la UE, que ahora prohíben cooperar con las compañías israelíes vinculadas a los asentamientos en los territorios ocupados.
La UE ha prohibido también la concesión de ayudas y financiación a cualquier entidad israelí con sede en los ilegales asentamientos israelíes.