La continuidad de la política israelí de levantar asentamientos en la ocupada Cisjordania agrava la situación de inestabilidad y violencia que vive Oriente Medio.

La continuidad de la política israelí de levantar asentamientos en la ocupada Cisjordania agrava la situación de inestabilidad y violencia que vive Oriente Medio, advirtió el miercoles un alto funcionario de Naciones Unidas.

En una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU dedicada a Oriente Medio, el coordinador para el proceso de paz en la región, Nickolay Mladenov, precisó que esa postura de Tel Aviv atiza la crisis entre palestinos e israelíes, extendida por más de seis décadas.

Mladenov lamentó el empeño de mantener la unilateral acción en los territorios ocupados, calificada de ilegal por la comunidad internacional, y la permanencia de un clima de violencia entre las partes.

Suman muchas décadas sin cumplirse las aspiraciones legítimas del pueblo palestino de contar con un estado independiente, ni las preocupaciones de seguridad de Israel, dijo.

Para el diplomático, urge materializar las negociaciones que lleven a la paz, traducida en la solución de los dos estados.

En su intervención ante el Consejo, presidido este mes por Lituania, Mladenov también manifestó preocupación por la crisis humanitaria imperante en la Franja de Gaza, devastada en el verano de 2014 por 51 días de bombardeos e incursiones terrestres de las tropas de Tel Aviv.

Según Naciones Unidas, más de 100.000 casas fueron dañadas o destruidas entonces, afectando a unas 600 mil personas, sin olvidar a las 2.170 bajas fatales de las hostilidades, la mayoría civiles palestinos.

En Gaza sigue el impacto del conflicto, con hasta 18 horas diarias de apagones, señaló Mladenov.

"Nadie puede permanecer pasivo ante la escala de la devastación, el lento ritmo de la reconstrucción y las enormes necesidades", subrayó.

PL