China selló el martes con Brasil un ambicioso plan para invertir unos 50.000 millones de dólares en varios sectores de la economía del gigante latinoamericano.
China selló el martes con Brasil un ambicioso plan para invertir unos 50.000 millones de dólares en varios sectores de la economía del gigante latinoamericano durante una visita oficial a Brasilia del primer ministro chino, Li Keqiang.
Esta nueva ola de inversiones chinas favorece a la economía de Brasil, la séptima del mundo, que en la actualidad sufre una ralentización de su crecimiento económico y necesita inversiones y una renovación de sus infraestructuras. La capacidad de Brasil para financiar estas infraestructuras se ve dificultada por su plan de ajustes presupuestarios.
Pekín y Brasilia firmaron el martes 35 acuerdos económicos en el marco de un plan de acción común que afecta a varios sectores, en particular las infraestructuras, la energía y los transportes.
Entre estos acuerdos figuran dos de cooperación y financiación china de proyectos de la compañía petrolífera estatal brasileña Petrobras por un monto de 7.000 millones de dólares. Este dinero fresco constituye un balón de oxígeno para Petronas, una compañía inmersa en un gran escándalo de corrupción que afecta a su credibilidad y a su capacidad de obtener préstamos en los mercados.
Los dos países han concretado también la venta de 22 aviones de la constructora brasileña Embraer a la compañía china Tianjin Airlines por un montante estimado en 1.100 millones de dólares.
Brasil ha obtenido también la reapertura del mercado chino a sus exportaciones de carne bovina después de una prohibición temporal por razones sanitarias.
La reanudación de las ventas será “inmediata con la habilitación por parte de China de ocho primeros establecimientos exportadores brasileños”, subrayó la presidenta brasileña Dilma Roussef durante la ceremonia de las firmas.
Roussef subrayó también la importancia de concretizar los estudios de viabilidad de un proyecto faraónico para unir la América del Sur de Este a Oeste pasando por la Amazonia, desde Brasil a Perú, con el fin de transportar materias primas brasileñas como soya y mineral de hierro hacia China a través del Pacífico.
“China y Brasil promueven la construcción de infraestructuras, un dominio en el que China tiene una rica experiencia que le gustaría compartir con Brasil para ayudarle a reducir los costes”, señaló, por su parte, el primer ministro chino.