No habrá entregas de gas de esquisto norteamericano a Europa si Rusia cumple con sus compromisos.
Las exportaciones de gas de esquisto norteamericano a Europa necesitarían necesariamente de inversiones y de nuevas explotaciones tan grandes que ellas no podrán rivalizar nunca con las entregas de gas natural ruso, estimó un experto alemán.
No habrá entregas de gas de esquisto norteamericano a Europa si Rusia cumple con sus compromisos, dijo Andreas Kraemer, fundador del Instituto Ecológico Alemán y presidente del Instituto Ecológico de EEUU en Washington.
“El gas de esquisto norteamericano no vendrá a Europa. Para transportarlo hacia la EU, haría falta primero construir una terminal de licuefacción en la costa norteamericana. A continuación, haría falta transportar el gas licuado a través del Atlántico y luego volver a pasarlo a gas. Esta operación exigiría inversiones y costes de explotación muy elevados. He aquí por qué el gas de esquisto costaría mucho más caro que el gas natural”, dijo Kraemer.
Según él, la posibilidad de importar gas licuado de EEUU es muy importante para la Unión Europea en tanto que “garantía de seguridad energética” frente a posibles recortes en las entregas rusas.
“Sin embargo, esta idea no tiene ningún valor económico mientras que Rusia respete sus compromisos en materia de entrega de gas a Europa”, indicó.
En 2014, el gas ruso constituyó el 38,6% de las importaciones alemanas y el 23% de las holandesas.