La histórica ciudad siria de Palmira volvió a caer en manos de las bandas terroristas del grupo Estado Islámico (EI), después que el Ejército sirio replegó sus tropas y evacuó la población civil.
La histórica ciudad siria de Palmira volvió a caer en manos de las bandas terroristas del grupo Estado Islámico (EI), después que el Ejército sirio replegó sus tropas y evacuó la población civil.
Antes de la retirada de las fuerzas gubernamentales, también fueron evacuadas a lugares seguros cientos de estatuas y otras importantes piezas arqueológicas de esta ciudad con más de dos mil años, declarada en 1980 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El director general de Museos y Antigüedades aquí, Maamun Abdul Karim, lanzó la víspera un llamado internacional a salvar el patrimonio cultural en Palmira y calificó la persistencia de las bandas extremistas por tener control de esta localidad, como un intento de venganza contra la sociedad siria y la civilización.
"Teníamos la esperanza de que la comunidad internacional no dejaría de defender Palmira", dijo Abdul Karim, resaltando los grandes esfuerzos hechos por el ejército sirio y las milicias populares para proteger la ciudad de los terroristas.
Expresó además su preocupación por el destino de los monumentos y templos, que corren el riesgo de ser destruidos por los armados antigubernamentales, tal como sucedió en las ciudades iraquíes de Mosul, y la destrucción de las ruinas de Nimrud o Nínive.