El Kremlin habría recibido información sobre un posible ataque israelí, con el apoyo de EEUU, contra las instalaciones nucleares de Irán.
Según el canal por satélite iraní en lengua árabe Al Alam, que cita fuentes del Ministerio de Defensa de Rusia, el Kremlin habría recibido información sobre un posible ataque israelí, con el apoyo de EEUU, contra las instalaciones nucleares de Irán.
“El empeoramiento de la situación geopolítica de Siria e Irán preocupa a Rusia hasta el punto de revisar el despliegue de sus fuerzas estacionadas en el Sur del Cáucaso, el Mar Caspio, el Mar Mediterráneo y el Mar Negro”, señalaron las fuentes militares rusas.
Este tema fue uno de los primeros puntos discutidos en la cumbre ruso-europea celebrada en Bruselas. El embajador ruso ante la UE, Vladimir Chizhov, dijo al margen de la reunión que un ataque militar israelí o estadounidense contra Irán conduciría a una “degradación catastrófica de los acontecimientos.”
El diplomático subrayó que “el impacto negativo de tal agresión no sólo afectaría a la región sino también a todo el mundo”.
En este contexto, Rusia ya comenzó hace un año los preparativos militares para reducir las pérdidas potenciales en caso de un ataque contra Teherán y está a punto de acabarlos.
Entre las nuevas medidas militares que Moscú ha adoptado están las relativas a la base militar 102 situada en Armenia.
De hecho, el número de las tropas rusas de la guarnición, situada en las afueras de Ereván, se ha reducido e incluso algunas unidades militares se han desplegado en el área de Gyumri, cerca de la frontera entre Turquía y Armenia. Esto es por lo que los rusos creen que las fuerzas estadounidenses podrían atacar a Irán desde territorio turco. Las familias de los militares rusos se han trasladado a Rusia.
Tampoco, según Al Alam, está claro cuál es el papel que podría jugar la base 102 en caso de un conflicto entre Irán y EEUU. Lo cierto es que, desde principios de diciembre, las fuerzas militares rusas en las bases en Osetia del Sur y Abjasia han sido puestas en estado de alerta permanente.
Del mismo modo, varias flotas rusas del mar navegan en el Mar Negro en áreas cercanas a la frontera con Georgia, ya que este país podría unirse al campo enemigo de Irán en caso de conflicto.
Del mismo modo, fragatas equipadas con lanzamisiles, pertenecientes a la flota rusa en el Mar Caspio, fueron transportadas desde el puerto de Astrajan al de la capital de Daguestán. Y el destructor Tatarstan, dotado de misiles con un alcance de 200 km, estará acompañado por el destructor Volgodunsk, equipado con artillería pesada costera.
Además, el batallón de misiles antibuque tierra-mar (130 km), situado en la región de Ayzerpash, en Daguestán, también ha sido puesto en estado de alerta.
Recientemente, varias unidades de la Marina rusa navegan por el Mediterráneo, incluyendo el portaaviones Almirante Kuznetsov, que se dirige al puerto sirio de Tartus. Fuentes del Ministerio de Defensa de Rusia dijeron que la flota podría ir acompañada de varios submarinos, informó Al Alam.
Y si la naturaleza de la misión de las fuerzas navales siguen siendo más o menos secreta, los funcionarios del Ministerio de Defensa ruso, no ocultan su preocupación por el futuro de la base militar 102, ya que representa un punto importante de apoyo para Rusia en el Sur del Cáucaso.
Cabe recordar que Georgia canceló en abril de 2011 un acuerdo que garantizaba el paso de las fuerzas militares de Rusia hacia Armenia a través de territorio georgiano. Sin este acuerdo, la base 102 sólo puede ser avituallada por aire, y las materias primas, como el combustible, son suministradas por la parte armenia que las compra a Irán.
Sin embargo, según el general Yuri Natkachov, que ha sido durante mucho tiempo el jefe adjunto de las fuerzas rusas en el Sur del Cáucaso: “En caso de conflicto, Rusia podría romper el cerco mediante la apertura de corredores en Georgia, mediante la fuerza militar, con el fin de asegurar el suministro a Armenia”.
El experto agregó: “Parece que el Ejército ruso mantiene una fuerte sospecha hacia Azerbaiyán, sobre todo porque en los últimos tres años ha duplicado su presupuesto militar y comprado aviones israelíes, así como otros dispositivos avanzados de control militar, lo que constituye una fuente de legítima preocupación para Teherán y Ereván.”
Por su parte, el jefe de las fuerzas armadas del Centro de Investigaciones de Rusia, Anatoly Tsifanok, dijo que Bakú ha incrementado la presión sobre Moscú, exigiendo una revisión al alza de la renta de la estación de radar de Gabala. Sin embargo, es poco probable que Bakú apoye una campaña militar contra Irán como también es poco probable que Azerbaiyán amenace con atacar a Armenia.
Una opinión no compartida por el experto militar ruso, Vladimir Popov, quien cree que “en el caso de una guerra contra Irán, Azerbaiyán, con el apoyo de Turquía, podría atacar a Armenia.” Él considera que las fuerzas armadas rusas se mantendrán al lado de Armenia y participarán al lado de este país en un posible conflicto con Azerbaiyán y/o Turquía.