Nada sorprendente. Un invitado israelí se encontraba sentado en medio de los dirigentes árabes durante el Foro Económico de Davos, organizado este año en Jordania.
Nada sorprendente. Un invitado israelí se encontraba sentado en medio de los dirigentes árabes durante el Foro Económico de Davos, organizado este año en Jordania.
Nada sorprendente tampoco que se tratara del ex presidente israelí Shimon Peres, que se ha convertido en un invitado habitual de estos foros en los que él siempre aprovecha para defender “la causa sionista”.
Sentado en medio de los dirigentes árabes, él se sentía como en casa y nadie a su alrededor parecía estar molesto por su presencia.
La elección del lugar parece haber sido bien preparada. Él estaba separado del ex ministro de Exteriores Amro Musa sólo por el joven ministro de Exteriores austriaco. Pero esto no le impidió mantener una conversación con Musa, la cual pudo ser realizada más cómodamente después de que se retirara el ministro austriaco. Fueron los periodistas egipcios los que captaron esta escena y la criticaron, como hizo el periódico egipcio Al Yaum al Sabea.
Por su parte, varios medios marroquíes estigmatizaron también la presencia del líder del Partido de la Justicia y el Desarrollo (islamista) de Marruecos, Abdel Ilah Benkiran, en la sala. Él había criticado duramente la invitación dirigida por Marruecos a Peres para participar en un encuentro organizado por la Fundación Clinton en Marrakech.
Según las raras fotos que fueron tomadas, él estrechó calurosamente la mano del jefe de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, y no menos calurosamente la del jefe del Kurdistán iraquí, Massud Barzani.
Por el contrario, el viceprimer ministro iraquí Baha al Aarayi abandonó la sala desde la llegada de Peres, como informa la agencia palestina Sama.
Él parece haber sido el único dirigente árabe en haber tomado esta medida.
Estuvo igualmente presente Ayyad Allawi, el líder de la Lista Iraquí, que no pareció sentirse afectado por la presencia de Peres.
El emplazamiento del dirigente israelí entre los invitados estuvo bien localizado, según las fotos.
En primer fila, ciertamente, aunque no en “primera clase”. Él no estuvo al lado del anfitrión del foro, el rey Abdulá de Jordania, que tenía a su lado al presidente egipcio, Abdul Fattah al Sisi.
Parece que el rey jordano le preparó la compañía de su primer ministro, Nasser Hassan, sentado a su derecha. Al lado de éste se hallaba un dirigente árabe de una monarquía del Golfo que no fue identificado y al que parecía no importarle la presencia de Peres.
Es cierto que pocos medios árabes mencionaron la presencia del ex presidente israelí en el Foro, que estuvo organizado por Jordania, un país que colaboró con Israel ya antes de la firma del acuerdo concluido con la entidad sionista en 1994.
Sin embargo, Peres no perdió la ocasión para hacerse notar dando una conferencia de prensa.
Muchos medios árabes le boicotearon y sus empleados salieron de la sala, como si no estuvieran al corriente de su presencia.
Según el sitio de información jordano Satel News, Peres se refirió a la cuestión de los refugiados palestinos, una buena parte de los cuales vive en Jordania.
“Los documentos políticos que los árabes han preparado hablan de la necesidad de lograr una solución justa al tema de los refugiados palestinos... Estamos de acuerdo... Pero nadie en el mundo tiene la solución al problema de los refugiados. No es tan simple”, dijo.
Por su respuesta quedó claro que Peres había esquivado la pregunta. Él se contentó con arrojar la pelota al campo árabe hablando de la iniciativa árabe y no de Israel. Él aseguró la existencia de “afinidades” con los árabes a la que vez que dejó clara la imposibilidad de lograr un acuerdo.
“En resumen, esta cuestión debería ser sometida a debate. Y como sugiere la iniciativa de paz árabe, esto no es sólo una propuesta nuestra. La solución debe ser justa y creativa”, añadió.
Mientras prosigue su política de expansión de los asentamientos en Jerusalén Este y Cisjordania y a pesar de las concesiones árabes que no cesan, está claro que Israel no aceptará nunca el derecho del retorno de los palestinos ni tampoco ningún acuerdo. Su política consiste únicamente en ganar tiempo.
Durante su rueda de prensa, Peres puso el énfasis en la “necesidad de luchar contra el terrorismo juntos” y rindió homenaje al rey Abdulá de Jordania por haberle invitado. Se cree que él se reunió con Sisi en los márgenes del Foro.
Una foto de Peres tuvo una amplia repercusión en las redes sociales.
Se trata de un vendedor de café jordano, que ofrece al dirigente sionista una taza de café árabe con toda humildad y entregándole también como regalo una aabaya árabe con una humildad incluso mayor.
Esta foto causó una indignación entre los jordanos.
En el Líbano, el sitio de información Al Hadath News constató también la presencia, no lejos de Peres, de Bahaeddin Hariri, el hijo mayor del ex primer ministro libanés fallecido, Rafiq Hariri. Él estaba sentado al lado de Amro Musa.
La ley libanesa prohíbe esta mezcla con dirigentes israelíes. Sin embargo, Bahaeddin ostenta también, como su hermano Saad, la ciudadanía saudí y Riad no está muy lejos de la normalización.