El canciller iraní urgió a los países occidentales del Grupo 5+1 atenerse a lo pactado el 2 de abril en la ciudad suiza que marcó la pauta para continuar las negociaciones de cara al arreglo final.

Irán demandó el viernes a las potencias mundiales con las que busca un acuerdo nuclear que respeten el entendimiento anunciado en abril en Lausana, mientras el parlamento y la jerarquía religiosa avalaron la firmeza de los negociadores locales.

El canciller iraní, Mohammad Yavad Zarif, urgió a los países occidentales del Grupo 5+1 (los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania) atenerse a lo pactado el 2 de abril en la ciudad suiza que marcó la pauta para continuar las negociaciones de cara al arreglo final e integral.

Zarif declaró a Al Manar TV que la República Islámica tiene voluntad de llegar a un acuerdo definitivo en la fecha prevista de finales de junio, pero reclama respeto y seriedad de sus contrapartes, en particular de Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Alemania.

"Si la otra parte muestra respeto por lo que se acordó en Lausana e intenta escribir el texto del acuerdo final en base al respeto mutuo, entonces podremos sellar el entendimiento en el plazo (límite) del 1 de julio", indicó el jefe de la diplomacia iraní.

Advirtió, sin embargo, que si los países occidentales insisten en sus demandas excesivas en las negociaciones, "la situación se tornará más difícil", pero dijo confiar en que prevalezcan la seriedad y la razón.

La delegación negociadora iraní, encabezada por el viceministro de Relaciones Exteriores Abbas Araqchi e integrada también por su homólogo Majid Takht-Ravanchi concluyó ayer en Viena la sexta ronda de pláticas a siete bandas con el G5+1, la cual se extendió por dos horas y medias. Araqchi y Takht-Ravanchi dialogaron con la vicejefa de Política Exterior de la Unión Europea (UE), Helga Schmid, y otros representantes al mismo nivel de las seis potencias mundiales para estudiar el procedimiento de redacción del texto del acuerdo final y global.

También el jueves, los diplomáticos de la nación persa hablaron, por separado, con el vicecanciller ruso Sergei Riabkov y luego con autoridades chinas y europeas, a quienes ratificaron el rechazo a aceptar presiones adicionales de parte de la UE y de Washington.