22-11-2024 04:34 AM Tiempo de Jerusalén

Yemen: Arabia Saudí cosecha un fracaso político después del militar

Yemen: Arabia Saudí cosecha un fracaso político después del militar

En la capital de Omán, Mascate, se han producido conversaciones directas entre EEUU y una delegación del movimiento Ansarulá bajo los auspicios de las autoridades omaníes.

En la capital de Omán, Mascate, se han producido conversaciones directas entre EEUU y una delegación del movimiento Ansarulá bajo los auspicios de las autoridades omaníes. La delegación de Ansarulá se prepara para abandonar Mascate en dirección a Moscú a invitación de las autoridades rusas.

Según una fuente cercana a las conversaciones, para los norteamericanos lo más importante es que el movimiento Ansarulá no esté bajo la tutela de los iraníes y que se abra la puerta a un diálogo político entre partidos yemeníes bajo la égida de las Naciones Unidas.

La fuente pidió que no se generen esperanzas o se apueste por el resultado de estas conversaciones incluso si todo el mundo va a Ginebra ya que la atención está fijada todavía en lo que sucede sobre el terreno y dijo que se esperan nuevos acontecimientos en próximos días que dejarán al régimen saudí en una posición aún más embarazosa.

Tras la entrada en vigor de la tregua humanitaria en Yemen hace varias semanas, que estuvo llena de violaciones por parte del régimen saudí, EEUU tomó la iniciativa de ponerse en contacto con las partes implicadas en el conflicto con vistas a lograr una salida, ya que comprendía que el régimen saudí había fracasado en sus intentos de imponer su voluntad a los yemeníes.

Los norteamericanos enviaron a la subsecretaria de Estado para Temas del Cercano Oriente, Anne Patterson, a las negociaciones. La elección de Omán estuvo considerado como el punto de contacto más idóneo debido a sus buenas relaciones con Irán y EEUU. El ministro de Exteriores iraní, Mohammad Yavad Zarif, visitó Omán coincidiendo con la llegada de la delegación del movimiento Ansarulá, que llegó en una avión privado enviado por el gobierno omaní a recogerla. La delegación iraní estuvo presente en los márgenes de las negociaciones con el fin de proporcionar un apoyo a las mismas para que obtuvieran resultados positivos, algo que obviamente los norteamericanos sabían.

Los saudíes, sin embargo, se han negado a acudir a Ginebra para evitar cosechar un enorme fracaso político después del militar.

En la primera ronda de negociaciones, los responsables estadounidenses citaron la posición de los saudíes acerca del retorno de los huthis al norte de Yemen y el retorno del presidente saliente fugitivo Abed Rabbo Mansur Hadi a Sanaa o Adén. Sin embargo, pronto entendieron que las cosas no irían en ese sentido.

Al final, el acuerdo preliminar contemplaría, según fuentes cercanas a las negociaciones, la salida de Hadi de la escena política en un acuerdo final, el establecimiento de un consejo presidencial y una fase de transición durante las conversaciones de Ginebra.

En realidad, el acuerdo gira en torno a los mismos puntos que fueron aprobados en Sanaa el pasado año en el marco del proceso de diálogo nacional y que incluyen elecciones presidenciales, parlamentarias y una nueva Constitución así como una cierta autonomía en el manejo de los asuntos del Sur. Además, no existirá ningún papel directo de Arabia Saudí en la determinación de los asuntos de Yemen.

En lo que se refiere a las provincias del Sur se acordó la retirada de los Comités Populares y del Ejército dentro de las principales ciudades del Sur pero manteniendo a las tropas desplegadas en los límites de las ciudades y provincias. También se contempló la creación de la fuerza militar especial en el Sur, compuesta de 10.000 soldados para mantener las instituciones del gobierno. El movimiento Ansarulá quiere que esta fuerza militar esté bajo la supervisión de un cuerpo político liderado por el antiguo presidente Ali Nasser Mohammed y esté asistida por el líder del Movimiento del Sur, Ali Mohammed Ahmed.