En 2009 y 2010, EEUU atacó Irán con un virus de ordenador conocido como Stuxnet dirigido a sabotear el programa nuclear civil de la República Islámica.
En 2009 y 2010, EEUU atacó Irán con un virus de ordenador conocido como Stuxnet dirigido a sabotear el programa nuclear civil de la República Islámica. Aunque el virus causó algunos daños, también generó enormes problemas a nivel internacional ya que el virus se extendió a varios ordenadores industriales en todo el mundo, a pesar de lo cual el gobierno de EEUU pidió a sus agencias que desarrollaran y lanzaran ciberataques contra objetivos extranjeros. Hoy en día, algunas fuentes señalan que otro ataque paralelo fue lanzado contra Corea del Norte, según Reuters.
Fuentes de la inteligencia estadounidense afirman que EEUU creó un virus paralelo que estaba dirigido específicamente a ordenadores que utilizaran el idioma coreano con la esperanza de dañar el programa nuclear norcoreano. Este ataque, liderado por la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU, fracasó, sin embargo, y el virus nunca pudo infiltrarse en los sistemas norcoreanos.
Irónicamente, uno de los mayores obstáculos para el ataque contra Corea del Norte fue su aislamiento, que es el fruto de décadas de hostilidad estadounidense. Los sistemas norcoreanos no están conectados, en su mayor parte, a los internacionales así que no había forma en la que el virus pudiera penetrar en los mismos y menos aún a los muy secretos sistemas informáticos vinculados al programa nuclear de Pyongyang.
Los expertos creen que Corea del Norte dirige sus centrifugadoras con un software de control diseñado por Siemens AG que utiliza también el sistema operativo Windows de Microsoft. El virus diseñado por la NSA aprovechaba las vulnerabilidades de los programas de Siemens y Microsoft. Sin embargo, “el problema es que necesitas entrar allí”, dijo Olli Heinonen, del Centro Belfer de Ciencia y Asuntos Internacionales de la Universidad de Harvard, a Reuters.
Además, el hecho de que Corea del Norte tenga restricciones en el acceso a Internet le hace invulnerable a posibles ataques de represalia si alguna vez lanza, por sí misma, un ciberataque que cause daños. Por otro lado, el país tiene instalaciones nucleares secretas más allá del conocido complejo nuclear de Yongbyon.
A ello hay que añadir que Corea del Norte utiliza plutonio en lugar de uranio enriquecido en su programa nuclear, lo cual no requiere centrifugadoras en cascada, que eran el principal objetivo del Stuxnet.