Poco después de que los estudiantes británicos llamaran a un boicot contra Israel, ha sido ahora el turno de los artistas de ese país.

Poco después de que los estudiantes británicos llamaran a un boicot contra Israel, ha sido ahora el turno de los artistas de ese país.

El inicio de esta campaña vino dado por la apertura del festival de cine israelí Seret 2015 el 11 de Junio en Londres. Más de 40 artistas, entre los que se encuentra Ken Loach, Mike Leigh y Peter Komisnky han pedido a los cines Curzon y Odeon, así como a la BAFTA (la Academia británica de artes, televisión y cine) que detengan las proyecciones del festival de cine israelí.

En su petición, los cineastas reprochan a los dirigentes de las salas que otorguen una tribuna a Israel mediante este festival. Ellos señalan que “Israel hace promoción de este festival y lo apoya económicamente”.

Al albergar este evento, los cines ignoran el llamamiento lanzado en 2004 por la sociedad civil palestina para que Israel sea sancionado en tanto que viole la ley internacional, mantenga su política de creación y desarrollo de los asentamientos y continúe con la ocupación de los territorios palestinos así como con la discriminación contra la población árabe israelí. Al aceptar el dinero del régimen de Tel Aviv, “los cines se convierten en cómplices silenciosos de la violencia ejercida contra el pueblo palestino”, señala la misiva de los cinestas.

“Una tal colaboración y una tal cooperación son inaceptables. Ellas normalizan, incluso involuntariamente, la violencia cometida por Israel y la opresión sistemática e ilegal de los palestinos”, añade.

Estos artistas han tomado, de este modo, la responsabilidad de denunciar el carácter racista, injusto y agresivo del régimen sionista israelí, que oprime a los palestinos, al igual que hacen los participantes en la campaña BDS.

Iniciado por 171 ONGs palestinas el 9 de Julio de 2005, el movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) ha tomado una gran amplitud en el mundo entero.