El gabinete del primer ministro libio Abdulá al Thinni rechazó el miércoles un plan de paz presentado por Naciones Unidas y acusó al enviado especial Bernardino León de sucumbir al chantaje.

El gabinete del primer ministro libio Abdulá al Thinni rechazó el miércoles un plan de paz presentado por Naciones Unidas y acusó al enviado especial Bernardino León de sucumbir al chantaje.

“Hemos acordado suspender la participación en las negociaciones patrocinadas por la ONU; el enviado especial León nos ha devuelto al punto de partido al ceder a la extorsión”, dijo el portavoz Issa Abdel Kanoun.

Agregó que dado el desacuerdo con el plan propuesto por el diplomático español, su gobierno se abstendrá de enviar representantes a la próxima ronda de conversaciones, programada para celebrarse en Berlín, la capital alemana en fecha aún sin determinar.

En este país del norte de Africa dos gobiernos rivales, uno con sede en esta capital apoyado por la Hermandad Musulmana (HM), y otro asentado en la ciudad oriental de Tobruk, reconocido como legal por la comunidad internacional, se disputan el poder hace meses.

Ambos son atacados por una rama del EI, que oficializó su presencia en Libia a fines del año pasado y a principios del actual decapitó a 21 cristianos coptos egipcios, acción respondida por El Cairo con un bombardeo contra zonas dominadas por esa agrupación.

En el curso de las últimas semanas portavoces de EI reivindicaron el control de la ciudad septentrional de Sirte, lo que los acerca más aún a estados del sur de Europa, que han expresado inquietud por esa proximidad.

Tras la agresión militar de la OTAN que derrocó al Gobierno liderado por Muammar Gadafi, Libia descendió de ser el país de más alto índice de Desarrollo Humano en Africa de acuerdo con la ONU, a un Estado fallido divido en feudo de milicias armadas.