La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dejó muy clara la postura de Brasil en política exterior al rechazar intervenciones en los asuntos internos de Venezuela y de otros países latinoamericanos.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dejó muy clara la postura de Brasil en política exterior al rechazar intervenciones en los asuntos internos de Venezuela y de otros países latinoamericanos, declaró el historiador brasileño Joao Claudio Pitillo.
Al explicar su política respecto a Caracas, la mandataria brasileña afirmó la víspera en Bruselas que su país no es "golpista" ni pretende ser "una potencia regional con el garrote en la mano", en una clara alusión, según el doctor Pitillo, a las presiones de Washington sobre la región.
"Es una respuesta muy apropiada y oportuna; la presión de EEUU es muy grande y se ejerce desde hace años, sobre todo contra Venezuela", comentó el experto en declaraciones a Sputnik.
El investigador elogió la rectitud de las palabras de Rousseff: "Brasil no siempre ha sido tan claro al hacer constar su postura en la política exterior".
Las declaraciones de la presidenta contienen también un mensaje respecto a la actuación de EEUU en Colombia, en opinión de Pitillo.
"EEUU ha convertido a Colombia en su protectorado y tiene allí siete bases militares con la excusa de luchar contra el narcotráfico", indicó.
Sin embargo, "todos sabemos que no luchan contra las drogas sino contra las guerrillas, y eso es ya una cuestión de autodeterminación de los pueblos, un asunto interno de Colombia", resaltó.
La palabra "autodeterminación", recordó el experto, fue clave en la Conferencia de Bandung, un foro que en 1955 congregó a países asiáticos y africanos, la mayoría de los cuales acababan de lograr la independencia.
"Hoy día, este término mantiene su vigencia para América Latina, porque el caldo de cultivo para los golpes de Estado financiados por EEUU existe también en el siglo XXI", concluyó.
Sputnik