01-11-2024 09:26 AM Tiempo de Jerusalén

Obama se pregunta por qué hay tantas matanzas en EEUU

Obama se pregunta por qué hay tantas matanzas en EEUU

El presidente Obama ha cuestionado desde la Casa Blanca el porqué de tantas matanzas en EEUU.

Apenas dos horas después de que la policía detuviera a Dylann Roof, supuesto asesino de 9 personas en una iglesia de Charleston (Carolina del Sur), el presidente Obama ha cuestionado desde la Casa Blanca el porqué de tantas matanzas en EEUU.

"En algún momento tendremos que reconocer que este tipo de violencia no se da, y desde luego no con esta frecuencia, en el resto de países desarrollados, y sería un error no reconocerlo", dijo el mandatario.

Las palabras del presidente llegan mientras EEUU se enfrenta con dos de los fantasmas más acuciantes de su historia, el de la violencia racial, multiplicada en los últimos meses, y el de la cultura de las armas, aunque lo más probable es que en lugar de propiciar un debate nacional al respecto, una de las cuestiones pendientes del legado de Obama, abunden quienes propongan endurecer los controles de seguridad en el interior de las iglesias afroamericanas.

Algo así sucedió, por ejemplo, tras la matanza de 2012 en una escuela primaria en Newtown (Connecticut), cuando un joven de 20 años de edad, Adam Lanza, asesinó a 20 niños y 6 trabajadores, y se reforzaron las medidas de seguridad en las escuelas, pero nada pudo hacerse respecto a la facilidad con la que los ciudadanos de EEUU pueden adquirir armas.

Entre tanto Bernice King, hija del reverendo Martin Luther King Jr., ha escrito en Twitter que "debemos cambiar el rumbo de nuestra nación, necesitamos salvar su alma".

Aunque son pocos los datos de la investigación que han trascendido, se sabe que entre las víctimas de Roff figuran los jóvenes Tywanza Sanders y Sharonda Singleton, así como el senador demócrata, activista y reverendo Clementa Pinckney, que oficiaba misa en ese momento.

El propio Pinckney trató de sacar adelante en 2013, sin éxito, un proyecto de ley en Carolina del Sur para exigir controles más estrictos de antecedentes penales a los compradores de armas, así como evaluaciones médicas y psicológicas en un Estado que permite portar armas en el coche, la casa, la empresa privada e, incluso, en no pocos edificios oficiales.

La investigación del múltiple asesinato será compartida por las autoridades del Estado y el FBI, mientras Carolina del Sur, que no contempla en su legislación el crimen de odio, ha comenzado los preparativos para solicitar la extradición del sospechoso desde Carolina del Norte, donde Dylann Roof fue detenido durante un control de carretera gracias a la llamada anónima de un ciudadano.

Conmovido, el senador David Mack ha afirmado que se trata "obviamente de un crimen motivado por el odio", y que la herida toca a todo el país.

Según la policía, Roof habría confesado a los agentes que lo detuvieron que su objetivo era "matar negros", y la tesis de que el racismo estaba entre sus enloquecidas motivaciones se refuerza al visionar una fotografía en la que luce una sudadera con pegatinas del Apartheid, todo esto en un profundo sur en el que todavía existen grupos como el KKK y no pocos nostálgicos de la Conferedación y las leyes segregacionistas Jim Crow, promulgadas en 1890 y abolidas definitivamente en 1965.

También ha trascendido que el padre de Roff le había comprado una pistola del calibre 45 por su reciente cumpleaños, aunque se desconoce si se trata del mismo arma que encontraron en su coche en el momento de su detención.

Por otro lado Don Scott, presidente de la NAACP de Charleston, ha dicho a la CNN que Roof se habría acercado durante el tiroteo a una de las personas en el interior de la iglesia para decirle que "No voy a matarte, voy a perdonarte para que puedas contar al resto lo que ha sucedido".

Roof, de 21 años, permanecía fugado después de que a las 21.00 del miércoles, hora local, abriera fuego y asesinara a 9 personas en el interior de la iglesia africana metodista episcopal Emanuel, la más antigua del sur, fundada en 1816 y reconstruida tras un incendio provocado por una turba, después de que uno de sus fundadores, Denmark Vesey, fuera ejecutado después de promover una revuelta de esclavos.

Resulta, en efecto, particularmente simbólico que el lugar del crimen fuera la iglesia Emanuel, cuyos miembros se mantuvieron en la clandestinidad durante la Guerra de Secesión y desde cuyo púlpito, tantas veces central en la lucha por los derechos civiles, hablaron contra la segregación líderes del calibre de Martin Luther King Jr. y Coretta Scott King.

Sputnik