La policía de Bahrein ha continuado reprimiendo violentamente las manifestaciones pacíficas en el país.
La policía de Bahrein ha continuado reprimiendo violentamente las manifestaciones pacíficas en el país. El viernes, la policía lanzó granadas de gases lacrimógenos y balas de goma contra manifestantes, viviendas de los ciudadanos y la sede del principal partido de la oposición, Al Wefaq, situada en un suburbio de Manama.
En un comunicado, Al Wefaq señaló que “las fuerzas de seguridad dispararon directamente contra la sede del partido, donde estaban reunidos varios de sus dirigentes y cuadros.”
Los policías desplegados en las zonas circundantes lanzaron “gases lacrimógenos y balas de goma”, lo que causó “numerosos heridos, incluidos niños,” dijo el comunicado.
Los policías también lanzaron bombas molotov contra las viviendas y calles, provocando varios incendios.
Varias personalidades presentes en la sede del Wefaq, como “el secretario general adjunto de la organización, Sheij Hassan al-Dihya, y un periodista estadounidense”, se vieron “afectados por los gases lacrimógenos que se extendieron por todo el local”, señala la declaración.
“Somos un pueblo que no se doblega. Esta salvaje represión sólo nos confirma en nuestra determinación de continuar la lucha para defender nuestros derechos nacionales”, dijo Sheij Dihya, citado en el comunicado de prensa.
Las asociaciones de la oposición, por su parte, condenaron los actos de represión salvaje de las fuerzas de seguridad contra los ciudadanos de Bahrein que querían participar en una reunión pública y pacífica en la región del Golfo Topli el viernes pasado.”
Según los distintos grupos de oposición, “esta represión violenta es un mensaje claro que deja traslucir la negativa de las autoridades a responder a las reivindicaciones democráticas, incluyendo el derecho a manifestarse pacíficamente. Esto es un hecho reconocido por la mayoría de las organizaciones internacionales y, más recientemente, por una misión de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que pidió hace dos días a las autoridades que detengan la represión violenta contra los ciudadanos que exigen sus derechos.”
A pesar de esta represión, han proseguido las manifestaciones pidiendo la caída del gobierno en algunas ciudades.
Por otra parte, los empleados expulsados de sus puestos de trabajo por haber participado en manifestaciones pacíficas han llevado a cabo manifestaciones y han amenazado con iniciar una huelga de hambre para obligar a las autoridades a reconsiderar su decisión.
Una comisión de investigación independiente denunció el 23 de noviembre “el uso excesivo e injustificado de la fuerza” por parte de las autoridades durante la represión, precisando que 35 civiles y cinco policías habían perdido la vida.
La oposición pide derrocar al gobierno
El líder religioso de la oposición, Sheij Issa Qassem, criticó, por su parte, a las grandes potencias y las organizaciones humanitarias por su laxitud frente a la situación humanitaria de la población de Bahrein. También pidió que los opositores al régimen se preparen para un largo conflicto con las autoridades, que rechazan las reformas y han recurrido a la violencia contra los ciudadanos pacíficos.