El grupo terrorista EI ha retirado fuerzas del noroeste de la provincia de Alepo, la de Hasaka y la ciudad de Palmira con el fin de reforzar la defensa en la ciudad de Raqqa, capital del “Califato”.
El grupo terrorista EI ha retirado fuerzas del noroeste de la provincia de Alepo, la de Hasaka y la ciudad de Palmira con el fin de reforzar la defensa en la ciudad de Raqqa, capital del “Califato” establecido por el grupo, después de los reveses sufridos en las provincias de Hasaka, Homs, Alepo y la propia Raqqa a manos del Ejército sirio y las Fuerzas de Autoprotección Kurdas.
Según el canal Al Mayadin, el grupo terrorista fue expulsado recientemente de Yarabulus en la parte este de Alepo después de fuertes combates con el Ejército sirio.
El pasado fin de semana, los combatientes kurdos sirios y el Ejército limpiaron la ciudad fronteriza de Tal Abyad, al norte de la provincia de Raqqa, y capturaron los pueblos de Umm Barmil, Jatun, Abu Husseini, Maheiri, Al Rawiyah y cinco pequeñas granjas.
La pérdida de Tal Ayad, junto a la frontera con Turquía, supuso una grave derrota para el EI, que perdió así una ruta esencial para sus actividades comerciales y la venta del petróleo robado en Siria así como un canal para la llegada de más combatientes extranjeros a sus filas.
En Homs, el Ejército llevó a cabo una emboscada contra un grupo de terroristas del EI cerca del pueblo de Tafha, en el este de la provincia, una acción que costó la vida a decenas de terroristas.
Tras estas pérdidas, los militares y fuerzas kurdas llegaron a unos 50 kms de Raqqa, lo cual disparó las alarmas de los militantes del EI.
Contraofensivas del EI
Con el fin de proteger Raqqa, el EI ha lanzado dos contraofensivas. Una de ellas contra la capital de la provincia de Hasaka, la ciudad con el mismo nombre, y otra contra Kobané (Ain al Arab).
En Hasaka, el EI atacó posiciones militares y bombardeó barrios residenciales en la ciudad, pero sus ataques fueron rechazados por el Ejército sirio.
Por otro lado, miembros del grupo terrorista EI lanzaron el jueves una contraofensiva contra la ciudad de Ain al Arab, donde se reportan violentos combates entre los invasores y combatientes kurdos.
El avance de los extremistas armados se produjo después de un atentado suicida con coche-bomba cerca de un puesto fronterizo en los límites con Turquía, que dejó cinco muertos, y más de 40 heridos.
Desde la mañana de este jueves se mantenían los enfrentamientos entre las Unidades de Protección Popular (YPG), integradas por pobladores de la zona de origen kurdo, y las bandas terroristas del EI.
Al filo del mediodía se produjo un segundo atentado suicida en las inmediaciones de la localidad y se reportó una masacre de civiles a manos de los armados antigubernamentales en el poblado de Brekh Boutan, al sur de Ain al Arab, con un saldo de 23 personas muertas, la mayoría mujeres, ancianos y niños.
En octubre de 2014 el EI intentó tomar la norteña ciudad, en la provincia de Alepo, pero la resistencia de las milicias populares del YPG durante cuatro meses, provocó la retirada de los terroristas.
Reforzar defensas de Raqqa
En paralelo, el EI ha buscado ampliar sus defensas en Raqqa. Según la BBC, el grupo está reforzando sus líneas defensivas y transfiriendo combatientes desde otras partes de Siria para fortalecer sus defensas.
Los combatientes y residentes de Raqqa, estos últimos de manera forzada, han comenzado a excavar trincheras alrededor de la ciudad y a colocar armas pesadas en sus posiciones en la misma área.