Las investigaciones progresan rápidamente acerca del atentado anti-shií reivindicado por el grupo EI, que causó 26 muertos y 227 heridos en una mezquita de Kuwait.
Las investigaciones progresan rápidamente acerca del atentado anti-shií reivindicado por el grupo EI, que causó 26 muertos y 227 heridos en una mezquita de Kuwait. Las autoridades kuwaitíes acaban de anunciar que el kamikaze era saudí.
El Ministerio del Interior kuwaití identificó al asaltante de la Mezquita al Imam Al Sadiq durante la oración semanal del viernes como Fahd Suleiman Abdul Mohsen al Qabaa.
El terrorista entró en el país a través del Aeropuerto Internacional de Kuwait el viernes, es decir el mismo día del atentado, indicó el Ministerio sin dar más precisiones.
El grupo wahabí EI, que considera a los shiíes como “herejes”, endorsó rápidamente la responsabilidad del atentado, el primero llevado a cabo por el grupo en Kuwait.
Los pasados 22 y 29 de Mayo, el EI reivindicó dos atentados contra mezquitas en el Este de Arabia Saudí, que costaron 21 y 4 muertos respectivamente.
Según expertos, el grupo busca sembrar la discordia entre las mayorías sunníes y las minorías shiíes en Arabia Saudí y Kuwait.
La policía kuwaití arrestó igualmente al chófer del coche que condujo al kamikaze a la mezquita, dijo el Ministerio del Interior.
Las autoridades también detuvieron al propietario de la casa donde el chófer se escondía, añadió el Ministerio, que afirmó que el propietario, un kuwaití, promovía una “ideología fundamentalista y desviada”.
El chófer fue presentado como un “residente ilegal”, nacido en 1989, y llamado Abdulrahman Sabah Eidan Saud, Él se ocultaba “en una vivienda del distrito de Riqqa, al sur de la Ciudad de Kuwait”.
“Ellos no podrán dividirnos”
El sábado, miles de personas asistieron a los funerales de 18 de las 26 personas muertas la víspera en el atentado. Los cuerpos de otras ocho víctimas fueron transportados a Nayaf, al cementerio de Wadi al Salaam, indicó el vicepresidente del Consejo Provincial de esta ciudad santa shií, Luay al Yassiri.
La movilización de la multitud durante los funerales el sábado son “la prueba de que los objetivos de este acto criminal han fracasado”, dijo el presidente del Parlamento kuwaití, Marzuk al Ganim.
Abdulfatah al Mutauwiya, un kuwaití que perdió su hermano en el atentado, dijo: “Queremos decir al EI que somos hermanos unidos, los shiíes y los sunníes, y que no podrán dividirnos”.
Varias organizaciones políticas y religiosas sunníes en Kuwait condenaron el atentado, que coincidió con otro en Túnez, que causó 38 muertos en una playa turística. La Gran Mezquita de Kuwait, el más grande lugar de culto musulmán sunní en el país, declaró el luto durante tres días en un gesto de solidaridad con la comunidad shií, que representa un tercio de la población de Kuwait.
Por su parte, el diputado kuwaití Abdul Hamid Dashi dijo que el ataque beneficiaba al sionismo internacional y que los estados del Golfo viven una expansión del EI hacia su territorio desde Siria e Iraq. Él dijo que el hecho de que emir de Kuwait visitara el lugar del atentado poco después de que éste se produjera deja ver que el Estado kuwaití se ha tomado en serio esta amenaza.
Él señaló que EEUU e Israel quieren transformar el conflicto árabe-israelí en otro interno en el mundo árabe entre sunníes y shiíes o en otro de varios países árabes contra Irán. Él añadió que la mayoría de la sociedad kuwaití rechaza el terrorismo contra Siria, y en especial al EI y el Frente Nusra (la rama de Al Qaida en Siria). El diputado añadió que los kuwaitíes “aprecian los esfuerzos del gobierno sirio contra el terrorismo” y “la profundidad estratégica de su pensamiento en este tema”.
Cierre de canal takfiri
El Ministerio de Información de Kuwait ha ordenado asimismo el cierre del canal de televisión takfiri Wesal, informó el canal iraní en idioma árabe Al Alam.
Wesal era conocido por su incitación al terrorismo, a la división entre los musulmanes y la violencia contra los musulmanes shiíes en Kuwait y el extranjero.
Cabe señalar que unas horas antes del atentado, este canal había colocado un tuit incitador en el que anunciaba el fin de la convivencia entre sunníes y shiíes en Kuwait.
Muchos kuwaitíes acusaron al canal de sembrar el discurso sectario. La decisión del Ministerio kuwaití estuvo basada en que dicho canal “promueve el terrorismo” y la “sedición entre musulmanes”.